A pesar de que en un primer momento los productos procedentes de la agricultura y la ganadería ecológicas tenían un mercado reducido debido a sus elevados precios respecto a los productos convencionales, en la actualidad la situación ha cambiado drásticamente. Los alimentos orgánicos, biológicos y ecológicos se han ganado una merecida fama de producto de calidad, ajeno a los aditivos y conservantes que van asociados a los productos alimentarios comunes, al tiempo que su popularización y la mejora de los procesos productivos han ayudado a adecuar sus precios a las expectativas de mercado.

Los alimentos orgánicos no sólo suponen una alternativa saludable, sino que también llevan aparejadas ciertas conductas y prácticas que, a la larga, ayudan a reducir el impacto de la industria agroalimentia en el medio ambiente. De este modo, los alimentos orgánicos cuidan nuestra salud aportando más vitaminas y nutrientes, nos ayudan a desarrollar hábitos de alimentación y actividad más adecuados, propician el desarrollo de una industria alimentaria más sostenible y menos agresiva con el ecosistema y, además, devuelven a nuestros paladares los sabores auténticos de los alimentos no tratados.

Los consumidores españoles están descubriendo en los alimentos orgánicos, pero también en los etiquetados como ecológicos o biológicos, una alternativa de consumo que no deja de ganar adeptos. En todo el mundo, las ventas de alimentos orgánicos han crecido un 157% en la última década, con Estados Unidos a la cabeza como mayor mercado de comida orgánica del mundo, con 24.000 millones de dólares en ventas durante 2013, seguido por Alemania, Francia y China. España, mientras tanto, ha aumentado un 14% las ventas de productos orgánicos el pasado año, acercándose a la cota de los 3.000 millones de euros.

Nuestro país destaca también como el principal productor de este tipo de alimentos dentro de la Unión Europea, con 1'6 millones de hectáreas dedicadas a su cultivo. Esto implica que el consumidor español cuenta con una importante oferta de alimentos orgánicos a poca distancia de su hogar y que puede elegir entre un amplio abanico de productores y distribuidores en su propio entorno, lo que implica menos gastos de transporte y menor gasto y desperdicio energético.

En las principales ciudades del país funcionan distribuidoras de alimentos orgánicos a las que se puede acceder online con todas las comodidades, como I Love Food, radicada en Barcelona,  o Madrid Bio y Cesta Verde, que surten a clientes en Madrid y el entorno de la capital. Además, existen un sinfín de tiendas físicas dedicadas a los productos ecológicos en general, muchos de ellos integrados en los mercados de barrio y en las plazas de abastos junto a otros productos artesanales. De este modo, es sencillo acercarse a los alimentos orgánicos y dejarse seducir por su sencillez y naturalidad.

Fuentes: Twenergy | Profesional Retail | ConcienciaEco | I Love Food | Madrid Bio | Cesta Verde

 
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