Se trata de una instalación híbrida que combina energía solar y eólica que genera la suficiente energía como para alimentar la iluminación de la vía rápida así como también abastecer de electricidad a las cabinas de peajes y a las oficinas instaladas en el camino. Es la primera etapa de un proyecto más ambicioso, que cuando genere más energía podría compensar la generación de GEI de los 72.000 autos que usan la autopista cada día.

Las tres estructuras constituyen la primera etapa de este llamado parque renovable, que aporta energía sustentable a la red de distribución; más exactamente, incorpora 500 kilowatts, de los cuales 300 alcanzan para abastecer la red de iluminación LED a lo largo de los 25 kilómetros del Buen Ayre.

Son tres paneles, con un tratamiento especial para que no encandilen a los miles de automovilistas y fueron instalados a la altura del relleno sanitario Norte III de la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), el organismo que tiene a su cargo la administración del camino.

«Es un proyecto híbrido eólico-fotovoltaico. La ventaja que tiene es que utiliza ambas tecnologías en forma simultánea; entonces, en un día nublado, cuando no se está a plena potencia de radiación solar, la energía eólica compensa la generación. A lo largo del año se van compensando y la producción se hace más pareja», indicó Marcelo Rosso, gerente de Nuevas Tecnologías y Control Ambiental de la Ceamse.

El costo del montaje y de mantenimiento asciende a 12 millones de pesos. «Cuando se complete la instalación, en la segunda etapa del parque renovable, y se genere más energía, podremos empezar a compensar el precio», explicó Rosso.

La misma tecnología, pero en una escala mucho menor funciona en Tandil. Allí un panel híbrido le aporta la energía para la iluminación a un monumento al Cristo Redentor en la cima de una sierra de esta ciudad bonaerense.

En España, el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe) de la Universidad de Zaragoza concluyó los estudios para un proyecto que promueve integrar distintos tipos de energías renovables en las vías de circulación rápida.

El denominado Esphera (Estudio de Sistemas de Producción y Harvesting de Energías Renovables en Autopistas) realizó un análisis teórico de distintas tecnologías que permitirían generar electricidad propia para alimentar los sistemas de iluminación o los puestos de peaje.

Además de analizar las fuentes de energía renovable existentes y consolidadas, como la solar fotovoltaica, la eólica y la geotérmica, también se estudiaron sistemas innovadores en el mercado. Entre ellos, el Vortex, que consiste en un poste que oscila con el viento y genera electricidad gracias a un juego de imanes.

En Suecia, la empresa alemana Siemens instalará un sistema de catenaria para camiones híbridos. Ejecutará este «primer proyecto de demostración en Europa» en colaboración con el fabricante de camiones Scania. Según la compañía, esta iniciativa se enmarca en el proyecto de Suecia de que el sector del transporte ya no dependa de los combustibles fósiles para 2030.

En el caso de la Argentina las energías renovables tienen aún mucho camino por recorrer. El 82% de su matriz energética está constituida por combustibles fósiles. El resto, nuclear e hidroeléctrica. Apenas el 1% proviene de renovables, especialmente de parques eólicos instalados en el sur del país, en la Patagonia.

El último mes se sancionó una ley que establece una meta ambiciosa: llegar a 2017 con el 8% de la generación eléctrica con las nuevas energías.

 

Fotos y video: Guadalupe Aizaga

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