Para que una casa sea ecológica deben cumplirse una serie de requisitos energéticos, tanto en su construcción como en su funcionamiento. En su fase de construcción, la casa debe levantarse sin alterar el medio natural en el que se encuentra, respetando en todo momento los ecosistemas. La reutilización de los materiales, el uso de productos reciclados y la apuesta por materiales locales que reduzcan el transporte son fundamentales en la fabricación de una casa ecológica.

Una vez construida la casa, la reducción del consumo energético durante el uso cotidiano de la vivienda es otro aspecto fundamental. En este punto, las energías renovables (como placas solares, captadores térmicos o molinos eólicos) juegan un papel destacable en la producción de energía limpia. El propio diseño de la casa árbol, la entrada de luz natural y su aislamiento térmico deben estar también pensados para favorecer el bajo consumo de energía.

Seleccionamos cinco ejemplos de casas-árbol ecológicas dentro y fuera de nuestro país donde poder pasar la noche:

Cabañas en los árboles (Girona). Con vistas a Montseny y los Pirineos, estas coquetas cabañas situadas entre tres y ocho metros sobre el suelo son un buen ejemplo de casas árbol ecológicas. La totalidad de la cabaña está realizada con madera natural no tratada y para el revestimiento exterior se ha utilizado castaño, una madera que aguanta bien las inclemencias del tiempo. Para mejorar el aislamiento se ha utilizado una capa de fibra de cáñamo mezclado con fibra de abeto Douglas. Y para la ventilación de la cabaña, todo se hace de forma natural: una corriente de aire corre a lo largo del tronco interior, saliendo por unos huecos de ventilación situados en el tejado. Incluso los baños son ecológicos. No utilizan agua, sino un cubo con una bolsa biodegradable llena de serrín. Los residuos se devuelven a la naturaleza en forma de abono orgánico.

Basoa Suites (Navarra). En el paisaje protegido de Ultzama, en pleno robledal de Amati, encontramos este complejo de casas-árbol donde promueven un turismo sostenible y respetuoso. En su construcción se eligieron materiales con un mínimo impacto sobre los árboles centenarios en los que se encuentra. Las suites cuentan con un sistema de baño seco, lo que ha evitado la instalación de tuberías y desagües en el interior del bosque. Para minimizar el impacto de la presencia humana en el suelo y la flora del lugar, se han construido pasarelas de madera elevadas. Y para los desayunos y cenas, sólo utilizan productos naturales de la zona.

Free Spirit Spheres (Vancouver, Canadá). Con tan sólo la fuerza de unas cuerdas, tres habitaciones con forma de cáscara de nuez cuelgan de varios árboles en los bosques de Vancouver. Las tres esferas, conocidas como Eve, Eryn y Melody, han sido construidas con madera y fibra de vidrio, y diseñadas para encajar perfectamente en los bosques sin causar daño alguno. Para construirlas, sus creadores se inspiraron en el diseño de los veleros y prescindieron del hormigón y de la tala de árboles. En su interior encontramos todas las comodidades: cama de matrimonio, cocina con accesorios, mesa con sillas, etc. Y para acceder a ellas sólo hay que cruzar un puente colgante o subir por unas empinadas escaleras de caracol.
 
Costa Rica Treehouse (Costa Rica). Inmersa en el Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, en la provincia de Limón, se encuentra esta casa árbol cuya razón de ser es la sostenibilidad. Además de contar con diferentes certificados ecológicos, una de sus principales características es su perfecta integración en el medio ambiente. Sus techos están construidos de materiales reciclados, sus muros llevan bambú con propósitos decorativos y estructurales; y las pinturas utilizadas son de aceites naturales. Cada casa cuenta con calentadores solares, con lo que toda la energía procede de una fuente renovable. Tienen además planta de tratamiento de aguas residuales y la madera que utilizan proviene sólo de árboles ya caídos. Su interior, formado por dos niveles, está cuidadosamente decorado con muebles tallados a mano y madera sostenible.
 
El Treehotel (Harads, Suecia). Este alojamiento construido en las copas de los árboles de los bosques de la Laponia sueca son otro ejemplo de turismo innovador y sostenible. La sostenibilidad y los valores ecológicos son dos de sus pilares fundamentales. La construcción de las diferentes habitaciones que forman este complejo hotelero han respetado en todo momento el entorno. Los materiales y las técnicas de construcción escogidas han tenido muy en cuenta reducir al máximo el impacto ambiental. El suelo exterior es de madera ecológica y no lleva ningún tipo de sustancias químicas. Las habitaciones tienen un gran aislamiento y se calientan gracias al sistema de suelo radiante. La electricidad que utiliza el hotel proviene de fuentes hidroeléctricas y el alumbrado está formado por luces LED de baja energía. El retrete de cada habitación cuenta con un sistema sostenible de incineración por combustión a 600ºC y los baños tienen desagües eficientes que controlan la cantidad de agua consumida.

 

Fuentes: Treehotel | Basoa Suites | cabanesalsarbres.com

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