Todo el aceite que no reciclamos, termina en el mar, donde se crea una capa en la superficie que no deja pasar el oxígeno. Ya te puedes imaginar los efectos que eso tiene… Estamos destruyendo la flora y la fauna marina, por lo hablar de la pésima calidad del agua en algunas zonas.

A veces creemos que nuestros hábitos individuales, no pueden afectar a nuestro planeta. Cuando analizamos los datos de contaminación del agua queda claro que cada uno de nosotros tiene un papel clave en la conservación de nuestros recursos.

¿Quieres frenar la contaminación del agua? Ni una gota más al fregadero.

Ya has leído el poder contaminante que tiene el aceite. Por eso, dentro de lo posible, no deberíamos tirar ni una sola gota de aceite por el fregadero. Aquí tienes unos pequeños consejos para ponerte al día con el reciclaje de aceite: 

Cómprate una aceitera. Si no tienes una ya, es algo que no puede faltar en casa. Antes de limpiar una sartén, piensa si puedes utilizar el aceite que te ha sobrado para otra ocasión y guárdalo en la aceitera. 

Guarda una botella de plástico. Cuando ya hayas reutilizado el aceite y quieras deshacerte de él, viértelo con ayuda de un embudo en una botella vacía de plástico. Así evitarás que se rompa cuando la tires en el contenedor. 

Localiza un punto limpio. Cerca de los contenedores de basura suele haber un contenedor específico para reciclar aceite. Si no tienes uno cerca, tendrás que acercarte a un punto limpio.

Como ves, el reciclaje de aceite es muy fácil. Si lo pones en práctica, estarás ayudando más de lo que te imaginas a la conservación de nuestros océanos. Ya sabes, ¡ni una gota por el fregadero!

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