Los beneficios de reciclar en casa no sólo son para el medio ambiente, ya que nuestras economías domésticas pueden ser las primeras en notar sus ventajas. El hecho de ser conscientes de la cantidad de basura que generamos e implicarnos en la reducción de los daños que provoca nos ayuda a aprender a reducir el desplilfarro de alimentos y energía y adoptar conductas de consumo más responsables.

Por eso, la primera decisión que puede marcar la diferencia en el cuidado del medio ambiente apunta directamente a lo que compramos, consumimos y desechamos. Saber qué comprar es la forma más eficaz y sencilla de reducir tu nivel de residuos y su impacto en tu ecosistema. Por eso, es recomendable elegir siempre productos que no tengan envoltorios excesivamente aparatosos o que estén fabricados con materiales que no sean biodegradables o que incluyan tóxicos.

Una vez que hemos introducido la cultura del reciclaje en nuestro carro de la compra, es hora de aplicarla en nuestro hogar. Para ello, debemos conocer las diferentes categorías de residuos y habilitar cubos diferenciados para deshacernos de ellos de forma fácil y apropiada. Un espacio para papel y cartón, otro para vidrio, para residuos orgánicos y para envases de plástico o metal; de tal modo que cada residuo acabe en su lugar correspondiente y toda la familia conozca dónde debe depositarse cada uno de ellos.

Tan importante como aprender a deshacernos de nuestra basura, es conocer qué elementos de nuestros residuos tienen todavía una vida extra que podemos aprovechar. Latas, envases de vidrio o botellas pueden servir, una vez vacías y limpias, para almacenamiento o decoración. Esto implica que a la larga se reducirá nuestro volumen de desperdicios, consiguiendo un impacto similar al de sustituir las bolsas de plástico no reciclable por un carro de la compra o el papel de aluminio por envases herméticos reutilizables.

Además de ser sencillo, ecológico y económico, el reciclaje casero está de moda. El mobiliario restaurado y las soluciones “do it yourself” han creado una tendencia decorativa que aúna estilo, sostenibilidad y ahorro. Hay cientos de ejemplos prácticos, como mesas de salón hechas con palés de obra, lámparas retro hechas con botellas, maletas antiguas reconvertidas en cajoneras o sillones hechos de neumático usado, que nos demuestran que la imaginación es el único límite a la hora de reciclar y aprovechar lo que muchas veces acaba en un contenedor.

Por último, otro de los métodos para minimizar el impacto de nuestra basura en el medio ambiente es tratar los residuos orgánicos para hacer compost. Esta práctica que nos permite convertir nuestra basura en abono ecológico para nuestro huerto, sumando los beneficios del reciclaje con las ventajas del cultivo casero de verduras y hortalizas, sea en la ciudad o en el campo. De este modo, reciclar en casa supone un beneficio para nuestro entorno, al mismo tiempo que propicia hábitos saludables y sostenibles tanto para la naturaleza como para tu vida diaria.

Fuentes: Recycle Now | Viralismo | Huffington Post | Recycling Guide UK 

 
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