Dentro de los distintos tipos de turistas, hay quienes prefieren las ciudades, con sus museos y monumentos sobre el asfalto, como destino de sus vacaciones. Pero existe otra forma de viajar: son muchos también a los que les da por visitar el patrimonio natural de un país. Para aquellos que buscan viajar ecología y viajes, conocimiento y concienciación por la conservación del medio ambiente, es casi una obligación poner rumbo a algunos de los bellos parajes que atesora Colombia. Con 54.871 especies, el segundo país del mundo en riqueza biológica (sólo por detrás de Brasil), una biodiversidad que debe disfrutarse y mantenerse a través de un turismo no invasivo y regulado.
Según datos del SiB Colombia, otras cifras que ilustran sobre los tesoros naturales de Colombia son: es el primer país en diversidad de aves y orquídeas; el segundo en plantas, anfibios y peces de agua dulce; el tercero en reptiles y palmas; y el cuarto en mamíferos.
Todas las regiones geográficas, Amazonas, Andina, Caribe, Orinoquía y Pacífico tienen rincones imperdibles. Algunos de los que no puedes perderte para ser un verdadero ecoturista son:
- Parque Amacayacu, en el Amazonas colombiano. Es un increíble bosque húmedo tropical, donde viven 5.000 especies de plantas, 500 de aves y 150 de mamíferos. Entre ellos, se encuentra el tití leoncito, que es el primate más pequeño de América; una tortuga que se mimetiza entre las hojas secas bajo el agua; mariposas azules enormes; y el loto más grande del mundo. Además, el 10% del Parque lo constituyen territorios indígenas, sobre todo de la etnia tikuna, que desde tiempos ancestrales viven en comunión con la naturaleza.
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Parque Nacional Natural Cocuy. En el ramal oriental de los Andes colombianos deslumbran las sierras nevadas de Güicán, El Cocuy y Chita, en total, más de 25 fascinantes picos cubiertos de nieves perpetuas. Gran parte de las dos cadenas montañosas que dan lugar a la mayor masa glacial de Colombia pueden recorrerse a pie. Existen senderos señalizados y además una zona de camping. En los aledaños de la sierra y también dentro del Parque, se encuentran un bosque y una franja selvática que albergan gran variedad de fauna y flora.
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Parque Nacional Natural Corales del Rosario y de San Bernardo. Ubicado en el Mar Caribe colombiano, constituye un preciado conjunto de biodiversidad marina y terrestre. Su área incluye cuatro islas emergidas; ciénagas con bosques de manglar (como Mohan, Pelao y Cholón), zonas de bosque seco tropical; litoral rocoso y arenoso; y un extenso espacio ocupado por pastos marinos. Atesora un espectáculo inigualable con sus arrecifes coralinos, que albergan crustáceos, peces de sorprendentes formas y colores, algas, esponjas, lirios de mar, anémonas… y todo ello puede observarse a poca profundidad y en aguas totalmente cristalinas.
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Parque Nacional Natural Cueva de los Guácharos. Además de la cueva de la que toma su nombre, este parque incluye otras más formadas en la parte alta del río Suaza. Está declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco y allí habita el roble negro, también llamado roble morado. Pero su especie más emblemática es el guácharo, un ave de talla mediana, plumas rojizas y pico encorvado que utiliza un sistema parecido al radar para moverse dentro de las cuevas y oquedades de este parque de relieve abrupto.
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Santuario de Flora y Fauna Los Colorados. Dos características de esta área son el bosque seco tropical y la amenaza sobre su ecosistema, no sólo en Colombia sino a nivel mundial. Está limitado por dos arroyos y su nombre se debe a la presencia de los monos colorados. Además de esta especie, también se encuentran el mico tití cariblanca, la zorra patona, el tigrillo gatopardo y el perezoso, entre otros mamíferos. Los amantes de las aves pueden divisar y fotografiar guacamayas, tucanes, etc., y entre sus tesoros florales se encuentran la yaya, carreto, guayacán… Pero el Santuario fue también habitado por indígenas de la etnia malibú mokaná, cuyos vestigios, que se remontan a épocas precolombinas, se pueden visitar.
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Parque Nacional Natual Los Katíos. Se encuentra en la región del Darién y destaca por sus áreas de bosque húmedo tropical. Sus paisajes presentan gran variedad y belleza, con caídas y saltos de agua imponentes, como El Tulipo, con casi 100 metros de espectacular cascada. También, en las riberas del río Atrato, hay grandes llanuras que se inundan durante los periodos de lluvias, por lo que son frecuentes los pantanos y las ciénagas, ricas en vegetación flotante. Otra especie floral muy llamativa es el cativo, que llega a medir hasta 50 metros de altura y que en zonas no protegidas, sufre la presión de la tala indiscriminada con fines comerciales.
Fuentes: SiB Colombia | Colombian Paradise
