El almacenamiento eléctrico, como su propio nombre indica, es una tecnología que permite acumular electricidad provocando mejoras en el conjunto del sistema eléctrico. Nuevos conceptos y materiales están evolucionando e investigándose continuamente.

Por sus excelentes resultados en las pruebas iniciales en laboratorio, existen en la actualidad cuatro tecnologías de almacenamiento que están comenzando a instalarse en campo para probar su eficacia:

Nueva batería Redox de Vanadio (HydraRedox)

Es un sistema electroquímico basado en la tecnología Redox de Vanadio pero que supera las deficiencias y limitaciones de la tecnología convencional. Entre sus ventajas cabría destacar su alta fiabilidad y eficiencia (en torno al 95% en corriente), rápido tiempo de respuesta (inferior a 340 microsegundos), larga vida útil (superior a los 30 años), funcionamiento seguro e impacto medioambiental nulo, amplia versatilidad y escalabilidad (modular).

Entre sus numerosas aplicaciones es un sistema idóneo para mejorar la calidad del suministro y gestionar la entrada de fuentes renovables como la fotovoltaica y eólica para un amplio rango de potencias y capacidades energéticas que van desde los 5 kW hasta los 50 MW y desde 1 hasta 24 horas.

Batería Ión-Litio

Es un sistema de almacenamiento electroquímico que mejora la flexibilidad del suministro al contar con una funcionalidad frecuencia-potencia que permite compensar la gestión de las energías renovables, ya que proporciona una respuesta rápida a las variaciones bruscas e imprevistas, absorbiendo o aportando energía al sistema.

Esta mejora, junto con el control de la tensión, que permite gestionar las tensiones de la red, mejora la fiabilidad del sistema eléctrico.

Por otro lado, la batería Ión-Litio produce el aplanamiento de la curva de demanda. Este sistema permite almacenar energía durante las horas valle, de bajo consumo, para disponer de ella en las horas punta, lo que permite adaptar la generación a la demanda de electricidad, aumentando la eficiencia del suministro.

Volante de inercia

Es un sistema de almacenamiento de energía basado en una masa giratoria reversible que convierte la energía eléctrica en cinética y viceversa, la almacena y, posteriormente, la devuelve a la red como energía.

Esta tecnología destaca por favorecer la integración de las energías renovables al mejorar la flexibilidad del sistema, igual que la batería Ión-Litio, y el aplanamiento de la curva de demanda.

El volante de inercia, además, permite gestionar la tensión y la frecuencia del suministro, algo especialmente importante en sistemas aislados y pequeños como los insulares, en los que la falta de inercia puede suponer un impacto importante en la calidad del suministro.

Ultracondensadores

Son sistemas de almacenamiento electroquímicos muy similares a las baterías, pero con un mayor rendimiento para los ciclos de carga y descarga. Alcanzan valores del 95% frente al 70% de las baterías convencionales. También tienen una densidad de potencia mucho mayor. Las ventajas que proporcionan son similares a las baterías Ión-Litio, pero con una respuesta más rápida a las variaciones del sistema.

En definitiva, el almacenamiento eléctrico es uno de los elementos que permitirán evolucionar hacia un nuevo sistema eléctrico más sostenible, con mayor presencia de energía renovables sin perder, o incluso mejorando, la calidad y la seguridad del suministro eléctrico.

Y tú, ¿conocías estos sistemas de almacenamiento eléctrico? ¿Eras consciente de la gran importancia que tienen para posibilitar el aumento del porcentaje de energías renovables en el sistema eléctrico?

Fuente: Elaboración propia / KERN SD / Proyecto Almacena (Red Eléctrica Española) / Proyecto Volante de inercia (Red Eléctrica Española) / Flickr

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