Si comparamos una pantalla con tinta electrónica de las pantallas TFT o de cristal líquido, encontramos muchas ventajas, como por ejemplo un tamaño más reducido, una mejor maniobrabilidad y un mayor rango de visión. Las pantallas de tinta electrónica no necesitan retroiluminación, lo que permite reducir el tamaño de los lectores portátiles, consiguiendo un papel de menos de 3 milímetros.

Otra ventaja es su menor consumo energético: mientras la pantalla muestra imágenes o textos estáticos no hay consumo de energía. Sólo se necesita voltaje al cambiar la pantalla o si queremos iluminarla. Este menor consumo de energía permite que los libros electrónicos aumenten la autonomía de sus baterías. Además, con la tinta electrónica se consiguen resoluciones muy superiores y un mayor brillo que permite la visualización desde cualquier ángulo, incluso incidiendo la luz del sol.

¿De qué está formada una pantalla electrónica? Básicamente de tres capas: una lámina plástica protectora, un polímero líquido y una malla de microtransistores eléctricos. Las pantallas electrónicas tienen realmente tinta en su interior que se modifica de manera electromagnética. No es tinta convencional como la que usa un bolígrafo o una impresora, sino un polímero especial, un gel sobre el que flotan millones de cápsulas con partículas de titanio blancas y negras que se cargan eléctricamente. Cada cápsula cuenta con dos transmisores y según sea la carga -positiva o negativa- se consigue que asciendan a la superficie de la pantalla las partículas negras, blancas, o un mezcla (grises). Las cápsulas se organizan y forman los píxeles que componen las letras, los gráficos y los dibujos.

Según sea la calidad del lector de libro electrónico encontraremos un mayor o menor número de niveles de grises. Por ejemplo, el modelo eReader EnergyPro + de Energy Sistem con pantalla de tinta electrónica de 6 pulgadas ofrece 16 niveles de gris y un alto contraste. Disponible en la tienda Twenergy, cuenta además con una batería de litio recargable de alta capacidad que permite hasta dos meses de uso con una sola carga.

El desarrollo y uso de la tinta electrónica se debe en gran parte a razones ambientales, sobre todo si pensamos en los libros y periódicos diarios que se producen con toneladas de papel y tinta convencional. El uso actual de pantallas electrónicas se centra principalmente en libros y novelas, pero en un futuro no muy lejano podría extenderse de forma habitual a periódicos, revistas y otro tipo de publicaciones. Sólo falta que la tecnología mejore el papel electrónico en color y se reduzcan los costes.

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