Ahora se ha unido a un consorcio de empresas y ultiman el desarrollo de una plataforma tecnológica para la cogeneración de energías eléctrica y térmica, a partir de desechos provenientes de plantas de tratamientos de residuos orgánicos no peligrosos. La iniciativa cuenta con un subsidio nacional de más de 4 millones de pesos y contempla además una etapa de purificación del biogás para obtener metano biológico, renovable, que a futuro podría, incluso, incorporarse al gasoducto argentino.

Las industrias agroalimentarias, las explotaciones forestales, ganaderas y agrícolas así como los municipios que implanten políticas adecuadas de gestión de desechos podrían verse directamente beneficiadas de esta nueva plataforma.

¿Cómo se realiza esta transformación de deshecho en energía? Gracias a los biodigestores, es decir, unos dispositivos por los que entran los residuos orgánicos a través de un ducto, se descomponen por la acción bacteriana liberando energía química que, a su vez, es expulsada como biogás por otro ducto de salida.

No es la única experiencia de biodigestores que se ha desarrollado en Santa Fe, puesto que la vecinal “Juana Azurduy”, gracias a otro proyecto de la UNL, y en la Escuela 95 Simón de Iriondo, de Alto Verde, también utilizan este biogás. A ello se suma, además, el digestor de la escuela agrotécnica en Emilia, a unos 75 km de la capital santafesina, donde este biogás sirve para generar frío en verano y conservar los alimentos.

Precisamente el biodigestor de Emilia sirve a la perfección para ilustrar los beneficios de esta tecnología puesto que es capaz de reciclar 250 kilos de basura orgánica por día y transformarla en aproximadamente 25 metros cúbicos de biogás, lo que equivale a 12 kilos de gas envasado. Con estos datos, los 500.000 habitantes de Santa Fe podrían producir 12.500 metros cúbicos de biogás todos los días, y a la vez tratar los residuos orgánicos que genera. Algo muy a tener en cuenta considerando que Argentina importa metano desde Qatar y Nigeria a 60 centavos de dólar el metro cúbico.

Las ventajas de esta iniciativa son muchas, puesto que a la generación de una energía limpia (sin quemar recursos no renovables) y no contaminante se suman los beneficios que trae consigo para con la gestión de los residuos, que pueden llegar a convertirse en un serio problema para las poblaciones.

Fuentes: El Litoral | Universidad Nacional del Litoral | Santa Fe

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