El transporte es uno de los sectores que más energía demanda y, todavía hoy, depende en su mayor parte de los combustibles fósiles. Con el coche eléctrico se quiere cambiar esa tendencia y, de esta manera, no tener que depender tanto de la importación del petróleo. La tecnología del coche eléctrico está en constante evolución.

Ya no solo puedes recargarlo en electrolineras o parkings sino que en algunos puntos de recarga puedes incluso vender energía a la red. Esto es debido a la doble direccionalidad de la carga que se ha probado hace poco en España. Esto significa que el punto de carga puede suministrar energía al vehículo por un lado, pero, si se desea, el vehículo también puede aportar su energía a la red.

La novedad que aporta esta tecnología es el V2G (Vehicle to grid) si se quiere vender energía a la red, y el V2H (Vehicle to Home), si se prefiere usar esa energía para su hogar. Esta innovación ha sido desarrollada en España por Endesa en colaboración con la Universidad Politécnica de Cataluña y el Instituto de Investigación en Energía de Cataluña.

Buena relaciones del transporte con las energías renovables

El coche eléctrico está ayudando a  un mejor aprovechamiento de las energías renovables. Estas fuentes producen en mayor medida durante la noche, que suele coincidir con momentos de menor demanda de energía. El coche eléctrico se convierte de esta manera en la forma de almacenamiento que las energías renovables necesitan.

Existen otros intentos de sustituir el petróleo en el transporte, aprovechando mejor las energías renovables. El más llamativo es el del avión solar, que aterrizó hace no mucho en el aeropuerto de barajas. Éste es capaz de volar miles de kilómetros funcionando con la energía solar que incide sobre las placas fotovoltaicas que presenta en su cubierta.

¿Conseguiremos realmente hacer nuestros viajes algún día sin depender del petróleo?

Fuentes: Twenergy / Ecomove / Abc / Wikimedia Commons

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