Baterías más eficientes: la Universidad de St. Andrews tiene la soluciónPero desde la Universidad de St. Andrews, en Gran Bretaña, parecen haber abierto el camino hacia baterías más eficientes. Han conseguido, a través del desarrollo de un acumulador de energía basado en la combinación del litio-aire, obtener una significativa reducción de tamaño y peso, y una capacidad de almacenamiento eléctrico 10 veces mayor que las baterías de litio actuales.    

Hasta ahora, los componentes usados tradicionalmente en las baterías de litio impedían que las baterías de litio-aire se recargasen varias veces y fueran estables. Ha sido el rediseño de estas pilas por parte de los investigadores británicos, liderados por el químico Peter Bruce, el que ha hecho posible desarrollar un nuevo tipo de contenedor energético que utiliza el aire del ambiente. La innovación de este estudio se encuentra en la sustitución del óxido de litio-cobalto por un electrodo poroso de carbono que permite que los iones de litio reaccionen con el oxígeno del aire.

Peter Bruce demuestra -en un estudio publicado por la revista Science en julio de 2012 – que con el nuevo diseño de la batería de litio-aire se alcanzarían 100 ciclos de recarga y descarga con una pérdida de sólo el 5% de su capacidad durante el proceso. El investigador sostiene que este nuevo modelo logra tener una reacción verdaderamente reversible, es decir, que el litio se recicla a través de una sustancia reversible, el peróxido de litio (Li2O2), durante cada una de las cargas y descargas.

Al sustituir el oxido de litio por oxigeno, la capacidad de las baterías aumenta. De esta manera, si sus predecesoras se componían de cátodos fabricados a base de carbono y un electrólito de policarbonato, las de litio-aire se conforman a partir de cátodos de nanoparticulas de oro y  electrólitos de un solvente conductor llamado DMSO, mucho más estable. 

 La investigación, que lleva en marcha dos años, pretende comercializar en dos años más un modelo aplicable para la industria. Una noticia excelente: esta innovación científica servirá no solo para ser aplicada a componentes electrónicos, sino también para la industria del automóvil, que podría aplicarla a una nueva gama de vehículos eléctricos equipados de más autonomía y velocidad, con una consecuente reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Además, el medio ambiente no solo vería reducidas las emisiones de gases contaminantes, también vería un mayor aprovechamiento de las energías limpias puesto que el desarrollo de esta tecnología también tendría aplicabilidad sobre la generación de energías renovables, que al disponer de contenedores de energía más eficientes, podría obtener la energía captada en momentos de más intensidad de viento y sol, y  almacenarla para la noche o en ausencia de vientos.

Una verdadera revolución que permitiría mantener un suministro constante de energía a partir de energías limpias y sostenibles con nuestro entorno. 

Fuentes: TwenergySustentator.com / Science / Flickr

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