La novedad de este sistema reside en que los diodos de LED se sueldan directamente a una placa. De ahí su nombre Chip on board. Este sistema está desbancando poco a poco a los LED SMD. ¿La razón? Sus ventajas son muy superiores. Tienen más rendimiento lumínico (casi el doble que los SMD), mayor calidad cromática (reproducen los colores fielmente en un 90%) y además irradian mucho menos calor. Son luces más eficientes, ya que la luz que emite es multidireccional, llegando a alcanzar un ángulo de apertura de hasta 175º.
Pero aún hay más: la iluminación generada por estas innovadoras luces es alta y uniforme, sin sombras. Todos los LEDs actúan en conjunto y de forma simultanea como si se tratase de un panel de luz. Otra ventaja es que los Chip on board disipan muy bien la energía térmica, reducen la posibilidad de rotura de soldaduras y soportan grandes variaciones de la corriente sin fundirse. Son luces que funcionan muy bien con un encendido constante y eso las convierte en buenos sistemas para utilizar en oficinas, empresas, hoteles, restaurantes y otros lugares abiertos al público.
Si miramos al mercado, uno de los leds más novedosos con esta nueva tecnología es el Aura CompoLED Long Life, del fabricante Aura Light. Los LEDs Chip On Board de esta marca sueca cuentan además con una lente de cristal para proteger contra la contaminación química y la humedad, dos de los principales causantes de fallos en los sistemas LED. Otro punto a su favor es el sistema de QuickChange™, que permite una sustitución rápida y sencilla de la lámpara. Los LEDs son el futuro de la iluminación más sostenible y la eficiencia energética. Y esta es la prueba.
