Movilidad sostenible en transporte de mercancías

En este sentido, no sorprende que las primeras jornadas convocadas por el recién nacido Foro Nacional del Transporte haya abordado esta temática, con el punto de mira en el transporte de mercancías, que es uno de los más contaminantes. Así, ya son muchas las compañías que han apostado por incorporar en sus flotas vehículos con tecnologías de propulsión más eficientes y limpias en términos de consumo de combustible y de emisiones de gases.

Movilidad sostenible en el transporte de pasajeros

Pero, ¿qué hay del transporte de pasajeros? ¿Qué alternativas de medios de movilidad sostenible tenemos a nuestro alcance? En las ciudades, el transporte menos contaminante por excelencia es la bicicleta, que cada vez gana más adeptos. Ciudades europeas Copenhague, Ámsterdam, Helsinki o Londres ya no se pueden imaginar sin sus bicicletas cruzando la ciudad de un lado para otro. Sin embargo, para que éste medio de transporte sea una realidad, no sólo es preciso que tanto conductores como los propios ciclistas respeten las normas de circulación –por la seguridad de todos– sino que se vaya configurando poco a poco una red de carriles bici, especialmente útiles en los casos de usuarios con poca seguridad en sí mismos.

¿Y las motos? ¿Resultan una buena alternativa a los coches? Para ayudar a la descongestión de la ciudad sí, para reducir la contaminación, no. Para eso, es fundamental el fomento del transporte público y que éste incorpore tecnologías menos contaminantes. Medidas que a buen seguro requerirán de una inversión, pero nuestra salud y la del Planeta lo agradecerán. Ciudades como Londres, incluso, han conseguido aunar tradición y sostenibilidad en sus clásicos “Routemasters”, los autobuses de dos plantas sin puertas de los que se puede uno subir y bajar en marcha. El consistorio británico los ha recuperado pero incorporando tecnología de última generación con la que, por ejemplo, se recicla el 90% de la energía empleada al frenar.

Paralelamente, junto a la red de autobuses y metro, ha aparecido ahora otra alternativa recuperada del pasado: el tranvía, que ya ha demostrado sus beneficios directos en ciudades españolas como Valencia, Barcelona, Vitoria, Zaragoza, Sevilla, Bilbao o Parla. Un medio de transporte que, además, incrementa la seguridad de los pasajeros, pues los estudios demuestran que resulta tres veces más seguro que el autobús y treinta más que un coche.

¿Y para trayectos más largos en nuestro día a día? En caso de no existir alternativa de transporte público, no olvides que siempre puedes convertir el privado en colectivo. Muchos ayuntamientos cuentan con proyectos específicos para ello. Así, Toledo acaba de hacer público su balance de 2011: 178 personas compartieron coche y a nivel nacional casi 9.200 usuarios. Se redujo el número en 110 coches privados al día o, lo que es lo mismo, se evitó la emisión de 48,64 toneladas de CO2. Y, aviso para navegantes en tiempos de crisis: dos ocupantes en un mismo vehículo se ahorraron en un año 587 euros, lo que al día supone un ahorro de 2,67 euros.

Fuentes: Twenergy / aecoc.es / Europa press / wikimedia commons

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