1. No tires el agua de cocer verduras. El agua que tiramos después de la cocción está lleno de vitaminas y nutrientes. Resérvala, congélala y utilízala la próxima vez que quieras hacer una sopa. Verás como queda mucho más sabrosa.

2. Por un cubo en la ducha. Cuando nos duchamos dejamos correr el agua hasta que está caliente. Es decir, que la desperdiciamos. Pon un cubo de agua dentro de la ducha y llenarlo con el agua que sale fría al principio. Después, puedes aprovecharla para el inodoro, para regar las plantas o para fregar.

3. Apúntate a la moda de las lavanderías. Si se te acaba de estropear la lavadora, piénsatelo 2 veces antes de comprar una nueva. Llevar la ropa a la lavandería supone un gran ahorro de agua y luz ya que las lavadoras industriales son más eficientes y los recursos que se utilizan son comunitarios.

4. Lava las frutas y verduras en un cuenco. Aunque te parezca que no, lavando los alimentos se desperdicia una cantidad importante de agua. Resérvala para, por ejemplo, regar las plantas.

5. Aprovecha el agua de la lluvia. Las plantas prefieren el agua de la lluvia. Por eso, si tienes jardín, tienes que aprovecharla. Puedes instalar un barril que se llene de agua cuando llueva y rellenar ahí la regadera regar tus plantas.

6. No pavimentes el jardín. Muchas familias toman la decisión de asfaltar sus zonas verdes por comodidad. Pero aunque no tengas un césped perfecto ni unas plantas bien cuidadas, el planeta te agradecerá que no asfaltes la tierra ya que las plantas suponen un pulmón para el planeta.

7. Sustituye el cabezal de la ducha. Las duchas de hidromasaje que se han puesto tan de moda son una auténtica tortura para el medio ambiente. Por eso, te proponemos que vuelvas al sistema tradicional, ¡notarás la diferencia en la factura!

8. Si lavas a mano los platos, sé más ecológico. Lo que menos agua consume sin duda es el lavavajillas, pero si no tienes otra opción que lavar a mano, hazlo con agua templada en lugar de caliente y pon una palangana en el fondo para aclarar los platos.

9. Revisa todos los grifos. A la hora de ahorrar agua, cada gota cuenta. Por eso, es importante que te asegures de que ningún grifo pierda agua. Porque gota a gota, se pueden desperdiciar litros de agua al mes.

10. Vigila lo que tiras al inodoro. Echar restos de comida o residuos no orgánicos al inodoro no sólo supone desperdiciar miles de litros de agua sino que además puede desencadenar grandes atascos y averías.

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