Incendios intencionados y no, y talas, son las principales causas

La deforestación es uno de los grandes problemas que afronta nuestro planeta debido a, entre otras cosas, la intervención de la mano del hombre sobre la naturaleza.

La tala indiscriminada derivada de la producción de madera, el arrasamiento del Amazonas para reemplazarlo con monocultivos, los incendios forestales intencionados o fortuitos y causados por el cambio climático y la desaparición de ecosistemas son algunas de las causas por las cuales las zonas que eran verdes hoy son desérticas.

Sin embargo, no todo  está perdido. En los últimos años se han materializado los proyectos de reforestación más grandes de la historia en un intento por cuidar y mejorar nuestro medio. A continuación os presentamos algunos de estos ejemplos.

Principales proyectos de reforestación

Reforestación en China

Desde hace años, China tenía un problema y concretamente en el desierto del Gobi, situado en el norte del país y uno de los más áridos de Asia.  Esta zona tan árida estaba ganando, poco a poco,  terreno a espuertas. Con anterioridad a la creación de la Gran Muralla Verde, en 1978, el Gobi estaba ganando alrededor de 3.000 kilómetros de superficie anual. Para evitarlo, las autoridades decidieron emprender el mayor proyecto de reforestación del mundo: un kilométrico  muro de árboles que pusiese cerco a los límites del desierto. Gracias al proyecto, y a otros desarrollados en diversos puntos del país, China había logrado replantar unos 500.000 kilómetros cuadrados hasta 2009.

Reforestación en Filipinas

1.500 millones de árboles en 1.500.000 hectáreas, una tarea herculea. Ese era el objetivo último del programa nacional de reforestación de Filipinas, introducido por el gobierno asiático en 2011. Durante la década anterior, el archipiélago había perdido masa forestal a un ritmo de 47.000 hectáreas por año. Desde la implantación del programa, uno de los más extensos y notables del mundo, Filipinas no sólo ha recuperado sus árboles perdidos, sino que los ha multiplicado: 240.000 nuevas héctareas de bosques se han regenerado de la mano del plan (que no ha estado exento de críticas y problemas por su selección de especies, exóticas, de rápido crecimiento pero no endógenas).

Reforestación en Madagascar

Los bosques de Madagascar, la isla nación africana ubicada en pleno Océano Índico, son un vivero de especies naturales. Por lo menos lo fue en su momento. La explotación indiscriminada de la tierra, la quema de madera, la tala sistemática y la contaminación reducieron la masa arbórea original de Madagascar al 10%. Desde 2007, sin embargo, la acción de organizaciones no gubernamentales como Eden Projects ha permitido recuperar parte del terreno perdido: se han plantado alrededor de 80 millones de árboles a lo largo de la isla, recuperando parajes, ecosistemas y generando puestos de trabajo locales a través del plan.

Reforestación en Corea del sur

La ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, la posterior guerra civil y el uso intensivo de la tierra, fundamentalmente para satisfacer las necesidades de una economía aún agrícola, habían dejado a Corea del Sur casi sin bosques. Tras los conflictos, el desarrollo económico y la estabilidad gubernamental, la reforestación recuperó con cierta velocidad la masas forestal del país: a día de hoy alrededor de dos tercios de Corea del Sur son bosques, y desde los cincuenta se han plantado 11.000 millones de árboles. Un esfuerzo de medio siglo que se cuenta entre los más notables de la historia.

Reforestación en México

La historia arbórea de La Mixteca, en México, se enmarca dentro de las diversas actuaciones del Centro de Desarrollo Integral Campesino. La región había sufrido una alta degradación del suelo dado el uso económico (pastoreo), la pobre utilización del terreno y las consecuencias inmediatas de la revolución verde. Antaño cubierta de árboles, aún hoy parece un páramo desértico. Pero no en todas partes. Entre otras actuaciones orientadas a la sostenibilidad de su agricultura, el proyecto ha plantado más de cuatro millón de árboles desde los ochenta (pino y aliso), reverdeciendo el área.

En definitiva, el hombre puede suponer un problema para el medio y nuestro planeta en general, pero también es parte activa de la solución. Cada vez es mayor la concienciación en relación a la naturaleza y su importancia en nuestras vidas, por ello cada vez más abundan proyectos de este tipo que buscan reparar un daño que a priori parecía imposible de arreglar.

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