1. POR QUÉ LA EDIFICACIÓN SOSTENIBLE
Para cualquier promotor o gestor patrimonialista, la diferenciación de sus inmuebles respecto de la competencia es fundamental para mejorar su comercialización y por tanto surendimiento económico.
Desde hace unos años, las estrategias sostenibles de diseño, ejecución y operación de los edificios son un factor diferencial en constante crecimiento. Esto es debido a varios factores que han evolucionado en la sociedad:
– Una mayor concienciación por el impacto ambiental de los edificios, tanto en la fase de construcción como en la de explotación .
– La experiencia de diseños inadecuados que lastran el desempeño del inmueble.
– La evidencia de la reducción de costes de operación y mantenimiento de este tipo de edificios
– Anticiparse a futuras necesidades de los ocupantes
Ante la necesidad de establecer referenciales que cualifiquen y cuantifiquen la sostenibilidad de un edificio, se dispone en el mercado de varios esquemas internacionales de evaluación y certificación de los que son líderes LEED (del USGBC) y BREEAM (del BRE).
2. QUÉ ES LA SOSTENIBILIDAD
Formalmente, se entiende por desarrollo sostenible aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones del futuro para atender sus propias necesidades.
En la práctica, se entiende por sostenible aquello que responde a tres requisitos básicos: protege el medioambiente, favorece a la sociedad y sus individuos, y es económicamente viable a largo plazo. Particularizado para un edificio, se puede decir que éste es sostenible si:
– Reduce el impacto ambiental producido por su diseño, construcción y operación, incluyendo su eventual transformación o derribo final
– Proporciona un alto confort a los ocupantes en aspectos como la sensación térmica (variable más compleja y exigente que la mera temperatura), protección acústica, uso de materiales contaminantes, disponibilidad de luz natural y vistas al exterior, control individual de sistemas en el puesto de trabajo, etc.
– Incrementa su rendimiento económico como activo gracias a su coste de inversión contenido, a unos gastos de operación sensiblemente inferiores a un edificio
convencional y a un mejor posicionamiento comercial
3. CUÁL ES EL FACTOR CLAVE
Inicialmente y todavía en muchos ámbitos se confunde la sostenibilidad con la mera eficiencia energética, denominando ‘sostenible’ a un edificio de bajo consumo pero de gran impactoambiental por factores relacionados con el transporte, los materiales o el uso ineficiente del agua. De hecho, igual ocurre en otros sectores como la automoción y la producción de energía.
Sin embargo, en el caso de los edificios, la mayor conciencia ambiental se traduce en una demanda por parte de los clientes de diseños de menor impacto y reducido coste de operación. Así, dando por supuesta una alta eficiencia energética, la salud y el bienestar de los ocupantes se ha situado como factor clave en el diseño de los nuevos edificios.
Aunque para el propietario, la factura energética y de mantenimiento sigue siendo un coste directo muy importante, factores como los niveles de ventilación, la presencia de contaminantes en el ambiente o la disponibilidad de luz natural y vistas directas al exterior son factores de mejora del posicionamiento comercial que redundan en el rendimiento económico del inmueble.
La razón es evidente para el ocupante: según todos los estudios, la mejora de productividad del personal que ocupa un edificio verde respecto de uno estándar está en términos generales entre el 1% y el 5%. Esto es debido a la disminución de enfermedades respiratorias, menos incidencias en las instalaciones de clima e iluminación, aumento de la concentración de las personas gracias a un elevado confort, etc. Si consideramos que en compañías de servicios (habituales inquilinas de los edificios de oficinas) los gastos de personal pueden suponer un 50% de los costes operativos, el beneficio obtenido es muy superior al que se puede lograr por actuaciones sobre la eficiencia energética.
Por ello, la integración con el entorno paisajístico, el uso de materiales naturales reutilizables o los sistemas de ventilación mejorada se imponen en los mejores diseños actuales, siendo además valorados muy favorablemente por los esquemas de certificación.
