Proyecto de rascacielos reciclados en SeúlReciclar dos rascacielos de Seúl para transformarlos en una granja vertical y un jardín botánico. Ese fue, ni más ni menos, el reto que se impusieron los estudiantes mexicanos Alejandro Isaac Guardado Martínez y Allan Eduardo Ugalde Nieto para presentarse al concurso SuperSkyScrapers. El certamen trata sobre la investigación de edificios de gran altura, su impacto en la planificación urbana y cómo mejorar la vida de quienes los habitan o viven alrededor. Era la tercera edición y Alejandro y Allan ganaron.

El proyecto se llama 'The ghost of past ambitions' (El fantasma de ambiciones pasadas) y lo que plantea es la reutilización de estructuras abandonadas para reconvertirlas en espacios públicos, como son una granja vertical y un jardín botánico. El nombre es desde luego poético, pero basta con mirar el boceto para entender su filosofía: de esas ambiciones pasadas sólo queda un fantasma, y hoy renace en ese mismo lugar un nuevo planteamiento ciudadano. “Observamos el lugar vía satélite”, contaron los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional de México en un comunicado de su escuela a los medios, “y pensamos en reutilizar dos estructuras que ya existían, tal y como aprendimos en la materia Reciclaje de Edificios que cursamos en la escuela”.

La idea era reducir costes, índices de contaminación y huella de carbono en el espacio de un edificio abandonado. En esos 300 y 200 metros de altura que tienen los rascacielos, los arquitectos diseñaron espacios para la recolección de energía eólica y métodos de absorción de energía con celdas fotovoltaicas. “Además, planeamos aprovechar el agua de un río que se ubica a muy pocos metros de las construcciones”, señalan.

Las bases del concurso indicaban que era necesario diseñar diferentes tipos de plantaciones en las nuevas instalaciones, desde las destinadas al consumo comestible hasta el ornamental, área de animales de granja, riego hidropónico y también una zona comercial, por lo que el proyecto también las incluye. Asimismo, ya que uno de los fines del concurso es tener en cuenta el impacto en el entorno,  Alejandro y Allan diseñaron un área educativa donde investigar sobre nuevas soluciones, y, muy importante, enseñar a la población cómo funcionan el edificio, las granjas, los cultivos hidropónicos y los generadores de energía.

“Este es un proyecto que no pretende fomentar otro ego arquitectónico, de esos que proyectan opulencia y poder, sino que intenta proponer nuevas soluciones para las necesidades actuales de las metrópolis grandes y medianas de todo el mundo”, señalaron los estudiantes de Arquitectura. 

Fuentes: EFE VerdeSuperSkyScrapers

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