huella de carbono coche reducir contaminacionLas emisiones en el transporte crecieron un 43,7% entre 1990 y 2012 y suponen el 21,7% del total de las emisiones de CO2 en nuestro país, según datos de la ONG WWF España. Es decir, junto con la generación de electricidad, el del transporte es el sector que más huella de carbono deja. Y no hay que olvidar que este índice ha disminuido debido a la crisis económica y los altos costes del petróleo (vamos menos en coche: hay menos trabajo y la gasolina vale más cara), y ha bajado desde el 28% que representaba en 2004. Pero, a pesar del descenso de las emisiones de gases de efecto invernadero en los últimos años, España sigue siendo uno de los países industrializados donde más han aumentado las emisiones. ¿Hay algo que esté en nuestras manos para ayudar a cambiar esta (contaminante) realidad? La respuesta es sí y un sí rotundo. Te proponemos diez formas de revertir la huella de carbono de tu coche:

1.- Conduce un coche verde

Hacerte con un vehículo verde es la primera y mejor opción para contaminar menos. Se calcula que la producción de coches eléctricos en todo el mundo crecerá este año un 67%. Y las ventas se duplican cada año en Europa respecto al anterior, aunque aún hablamos de cifras no comparables a los coches convencionales. Estos vehículos ayudan a disminuir las emisiones contaminantes sobre todo en las ciudades y también a reducir la dependencia energética, así como a aprovechar mejor las energías renovables. Sus ventajas son muchas y cada vez se popularizan más, aunque, todo hay que decirlo, de momento en el mercado llevan la delantera los coches híbridos (aquellos que combinan un motor eléctrico con un motor de combustión diésel o gasolina), seguramente por su precio más reducido que el de los vehículos 100% eléctricos. Actualmente, todas las grandes marcas están sacando modelos híbridos y eléctricos, por lo que ecología y ahorro no están reñidos con modernidad.

Y si ni con estas te convencemos, busca el automóvil de gasolina que resulte más eficiente. Muchos concesionarios ya incluyen una etiqueta energética.

2.- Conduce de manera eficiente

Tu técnica al volante afecta a tu gasto de combustible y por tanto a tu huella ecológica. Arranca sin acelerar y evita frenazos repentinos; utiliza sobre todo marchas largas (escucha el motor de tu coche: no lo lleves muy revolucionado, eso gasta más) y estate atento a emplear correctamente la caja de cambios (primera sólo para arrancar, segunda a los seis metros de arrancar; tercera cuando vayas a 30 km/h; cuarta a partir de 40 km/hr y quinta, a partir de 50 km/hr). Trata de mantener la velocidad de circulación (que sea lo más uniforme posible) y apaga el motor en paradas prolongadas.

3.- Ten tu coche a punto

Un buen mantenimiento de tu vehículo también contribuye a que éste gaste y contamine menos. Son detalles que, aunque no lo parezcan, ayudan a la eficiencia de tu coche: acude a sus revisiones periódicas, ten los filtros de aire limpios y las ruedas correctamente hinchadas (unos neumáticos desinflados y un filtro sucio pueden aumentar un 6% el consumo). Y, por supuesto, no sobrecargues tu automóvil; los accesorios exteriores aumentan su resistencia al aire y hacen que gaste más y se calcula que por cada 100 kilos adicionales el vehículo consume un 5% más. Si no vas a llenar la baca, quítala (aunque esté vacía, puede hacer que consumas un 2% extra).

4.- Compensa la huella de carbono de tu coche

Actualmente, puedes medir la huella de carbono de tu coche a través de diferentes herramientas web. Lo que hacen es calcular un promedio de tus kilómetros semanales recorridos, combinándolos con características de tu vehículo como su rendimiento, tipo de motor, edad, etcétera. Y si atreves a ir más allá, puedes hasta compensar tu consumo con los llamados bonos de carbono, proyectos de reducción de CO2 que puedes apoyar o en los que puedes participar.

5.- Utiliza el coche compartido

Por supuesto, es mucho más ecológico llenar el coche que viajar uno solo. Por tanto, si no te queda más remedio que desplazarte en vehículo privado, al menos que sea un viaje eficiente: busca compañeros de trabajo o de viaje que compartan tu ruta. Mejor ir en un coche que en cuatro.

6.- Deja el coche en casa

¿Realmente debes hacer ese trayecto en coche? ¿No puedes ir en bicicleta, transporte público o andando? Valorar esta necesidad en tiempo, dinero, y también en salud es una de las claves del uso del automóvil hoy en día. Aquí la bicicleta eléctrica se erige como la alternativa de movilidad sostenible por excelencia. Si te mueves así, tu cuerpo (y tu bolsillo, y el planeta) te lo agradecerán.

7.- Cambiar aunque sea una parte del hábito

Vale. Es imposible. Vives lejos del trabajo, o vuelves muy tarde a casa, o si quisieras ir en bicicleta tendrías que levantarte dos horas antes, vamos, que ves inviable dejar el coche… Entonces intenta hacer aunque sea un pequeño cambio (ya sabes: los cambios para ser reales es mejor que sean graduales). Por ejemplo, conduce hasta una estación de tren cercana y deja ahí el coche, para hacer el resto del trayecto en transporte público. O abónate a un sistema de bicicleta pública y haz la mitad del camino pedaleando. A la vuelta, dejas la bici y coges el coche (o mejor: el tren). Poco a poco, verás cómo vas cogiéndole el gustillo.

8.- Cuidado con el aire acondicionado

Sobre todo en verano, controla el uso del aire acondicionado en tu coche, puesto que puede incrementar tu consumo de gasolina hasta en un 20%. ¿Hay algo que puedas hacer para no abusar de él? Sí: busca aparcamientos a la sombra. Es el mejor antídoto natural para los coches recalentados en un día de sol. Pon un buen parasol en el parabrisas y puedes incluso dejar las ventanillas un poco bajadas para ayudar a mantener el automóvil pelín más fresco. Y si no hace un calor insoportable, conduce con éstas así. Será más ecológico. También puedes recurrir a un ventilador solar: son pequeños, se colocan en la ventanilla y no resultan nada caros. Y, por supuesto, viaja a primera o última hora, hará menos calor y tendrás que recurrir menos al aire acondicionado.

9.- Teletrabaja o resuelve trámites desde casa

A ser posible, sírvete de Internet para hacer todos los trámites (¡y hasta la compra!) posibles. Apróvechate de todas herramientas que la web nos ofrece para ahorrarte reuniones, y trabajos que puedes hacer desde casa. Esto evitará desplazamientos, con la consiguiente reducción de la contaminación y de las emisiones de CO2, y te dará más tiempo libre, un aspecto nada desdeñable.

10.- Aspira a vivir sin coche

Para muchos, suena imposible. Pero si no le echamos ganas y voluntad sí que lo será. Si intentamos vivir cerca del trabajo o de los colegios de los niños, habrá más posibilidades diarias de no coger el coche. O si nos aficionamos a la bicicleta, poco a poco le cogeremos el gusto y querremos llevarla cada vez más. Si no es todos los días, podríamos fijarnos una meta de X días sin coches a la semana. Podemos comprar por Internet, teletrabajar, compartir coche… Yes, we can.

Fuentes: Treehugger.com

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