El gas pizarra es un hidrocarburo distribuido en pequeñas burbujas o poros atrapados en las capas o estratos de pizarra a gran profundidad (desde los 400 a los 5.000 metros). Dada la baja permeabilidad de la pizarra los poros suelen ser microscópicos y sin conexión entre ellos, y por esta razón se hace necesaria la rotura de las capas.
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¿Cómo se extrae el gas pizarra?
- En la fractura hidráulica horizontal se hace una perforación vertical hasta alcanzar la capa de pizarra. Esta perforación se hace a través de un tubo de acero recubierto de cemento.
- Cuando se ha alcanzado la pizarra se realiza una perforación horizontal que puede llegar a abarcar hasta los 3 Km.
- Una vez hecho esto se provocan pequeñas fracturas en la capa de pizarra con explosivos y se inyectan miles de toneladas de agua a altas presiones mezclada con arena y aditivos químicos.
- El agua a presión fractura la roca permitiendo que el gas se libere junto con los aditivos y la arena, y todo ello vuelve a la superficie.
Desventajas del fracking
EEUU es el único país que está explotando esta fuente de gas natural de manera masiva superando el 20% de la producción total de gas natural. Países como Polonia, Bulgaria y Reino Unido son los pioneros en Europa, y se está estudiando la viabilidad en más países para su implantación.
Francia, en Junio de 2011, prohibió la explotación a través de este método en todo su territorio por las numerosas desventajas y riesgos para la salud pública y el medio ambiente. Algunas de estas desventajas son:
- La contaminación de agua, acuíferos y aguas superficiales.
- Se genera un importante volumen de residuos, entre los que destacan los residuos de perforación.
- Requiere grandes cantidades de agua. Para extraer todo el gas de un pozo se pueden llegar a consumir entre 9.000 y 29.000 m3.
- Puede emitir incluso más cantidad de gases de efecto invernadero que la explotación de carbón.
- Muchas de las sustancias químicas que se inyectan con el agua son tóxicas y peligrosas. Algunas se han reconocido como cancerígenas, mutagénicas y alteradoras del sistema hormonal.
En España se está estudiando la concesión de permisos para algunas localizaciones, pero las asociaciones ecologistas y sociales se oponen a este tipo de técnicas debido a todas las desventajas y riesgos que pueden ocasionar.
Viendo todos estos riesgos y peligros para nuestra salud y el medio ambiente, ¿compensará obtener energía a través de esta nueva técnica?
Situación del fracking en España
En la cordillera cantábrica es donde los proyectos de fracturación hidráulica están más avanzados. Concretamente en el norte de Burgos, existe un alto potencial y existen ya un total de 132 sondeos abiertos con motivo de la búsqueda de este recurso energético.
Las compañías extractoras promueven el desarrollo del fracking para obtener energía a través del petróleo y el gas de esquisto y reducir así las importaciones energéticas. Por un lado estas empresas avanzan en sus permisos para realizar las perforaciones pero, por otro, las organizaciones ecologistas, científicas y ciudadanas avanzan en su prohibición.
Estaban previstas las primeras perforaciones por parte de la empresa canadiense BNK Petrolium, en Sedano y Urraca, en la provincia de Burgos, para finales de 2016, así como otro proyecto en Cantabria, además de otras 70 licencias de investigación en España.
Los trámites administrativos por los que debían de pasar tomaron mucho tiempo porque no pasan las Evaluaciones de Impacto Ambiental necesarias.
Añadido a ello, el martes, 29 de marzo, la Comisión de Industria del Congreso aprobó una iniciativa parlamentaria para prohibir y paralizar todo tipo de prospecciones con fractura hidráulica en todo el país, incluso los proyectos de investigación.
Caída del precio del petróleo
Por otro lado, la disminución de los precios del crudo los últimos meses reducido considerablemente la rentabilidad y por tanto el interés por esta práctica, conllevando incluso a que la multinacional San Leon Energy diera marcha atrás a 6 permisos de explotación en España. El fracking a día de hoy no es rentable.
Esta reducción de precios se sabe que afectará temporalmente y quizá en un año esta tecnología de nuevo sea rentable, cuando los precios superen los 60 dólares el barril. Otra cosa es que para entonces se permita.
El fracking en europa
El sistema energético europeo no es autosuficiente, ya que cerca del 50% del petróleo y del gas natural se importa. Esto supone una gran debilidad para la Unión Europea (UE) ante posibles cortes de suministro o encarecimiento de los precios.
Este hecho, junto con otros que han ocurrido en los últimos años, han acelerado un proceso de transición hacia una política europea que busca reducir las altas tasas de dependencia energética.
En este sentido, la Unión Europea quiere apostar por dos vías:
– Comprar el gas a otros países con lo que se tengan mejores relaciones y diversificar las fuentes para evitar la dependencia de un solo país.
– Explotar sus propias fuentes energéticas.
Fuentes energéticas en Europa
Europa, con el objetivo de reducir la dependencia energética y cumplir con los acuerdos internacionales de reducción de emisiones de GEI, está favoreciendo el uso de energías renovables.
Pese a que el aumento del uso de las energías renovables es notable, el cambio de modelo es lento, ya que se requiere crear las instalaciones, mejorar los conocimientos, y tampoco debemos olvidar que, con la tecnología actual, las energías renovables requieren de energías convencionales de apoyo.
Por otro lado, la UE también está estudiando el uso de la fragmentación hidráulica (fracking) para aprovechar los recursos propios, ya que algunos países como Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Alemania y Austria cuentan con reservas de gas de pizarra o esquisto.
Otros países como, como Polonia, Estonia, Lituania, Rumanía o Eslovaquia, ya tienen permisos de explotación. En el caso de Polonia ya han empezado a perforar 50 pozos, que tiene previsto aumentar hasta 300 para el año 2015.
España también cuenta con este tipo de reservas, sobre todo en la cuenca vasco-cantábrica, pero avanza de una manera más pausada por la lenta tramitación de los permisos y la oposición popular y de determinados gobiernos locales.
Países como Polonia y Reino Unido son claros defensores del fracking, mientras que otros como Francia y Bulgaria han prohibido la fractura hidráulica. La mayoría, tras dar los primeros pasos, han decidido posicionarse en una zona neutral, a la espera de más resultados.
Todavía no está claro si esta nueva forma de obtener energía será la solución para reducir la dependencia energética exterior, ya que Europa es incapaz de tomar una postura clara y unida.
El fracking en Argentina
El fracking en Argentina constituye una de las mejores opciones para extraer petróleo sin que los costos sean demasiado gravosos, tal y como se ha puesto de manifiesto ya en regiones como Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, y previsiblemente se hará en Salta y Mendoza. De hecho, uno de sus máximos exponentes es el popular yacimiento de Vaca Muerta, situado en plena cuenca neuquina entre las provincias de Neuquén, Río Negro y Mendoza.
Existen variables de esta técnica, como el fracking realizado con propano o la llamada electro-fracturación, ya que el fracking en Argentina puede implicar algunos riesgos para el ambiente, como posibles incrementos de la actividad sísmica al estimular las placas tectónicas, la liberación de gas metano durante la extracción del crudo o el impacto que pueda llegar a tener en el agua (por la cantidad que es necesaria y por una posible contaminación de manantiales y arroyos).
Otras alternativas para los combustibles fósiles son, por ejemplo, las fuentes de energía sustentables, que son más baratas y eficientes. El país deberá redoblar sus esfuerzos por ir reduciendo su dependencia del petróleo si quiere conseguir el objetivo de que para 2016 el 8% del consumo total de energía proceda de las renovables, y si desea también cambiar definitivamente la matriz energética.
Precisamente algunas de las regiones en la que el fracking en Argentina se ha puesto más en práctica son las que mayor potencial eólico tienen. Mientras Mendoza está aunando los esfuerzos de las iniciativas público-privadas para impulsar la construcción de nuevos parques eólicos, otras regiones como Neuquén se ha convertido ya en el laboratorio eólico de la Argentina.
Por otro lado, la energía solar, con experiencias como las de la provincia de San Juan, demuestran que es posible reducir significativamente la dependencia de los combustibles fósiles es posible. Acompañando a la solar, la energía hidráulica también está llamada a jugar un papel clave, tanto en la frontera con Brasil como en proyectos de minicentrales hidráulicas con represas en la región mendocina.