TranviaEs transporte público, no contamina y puede convivir con coches, motos, bicis y peatones. Ciudades como Valencia, Barcelona, Vitoria, Zaragoza, Sevilla, Bilbao o Parla ya lo han comprobado y con éxito, mientras que en muchas otras están en construcción o planean nuevos trazados. Ciudades europeas como Oslo, Roma, Milán, Dublín, Frankfurt o Burdeos se apuntaron también a abrir sus calles y rediseñar el tráfico de algunas zonas de la ciudad. En total hay 280 ciudades de Europa que lo tienen.

Con el tranvía ha pasado como con casi todos los cambios en materia de transporte público: ha tenido que enfrentarse a las reticencias de las ciudades a su adaptación y algunos prejuicios de los ciudadanos. Sin embargo, las ciudades españolas que ya lo han probado y manejan datos de siniestralidad, contaminación, dificultad de compartir el espacio en las calzadas, etc. están satisfechas.

¿Por qué están teniendo de nuevo tanto éxito los tranvías?

1. Si lo más eficiente es aprovechar el transporte público y reducir el uso del coche, hay que tener en cuenta que el tranvía empieza por moverse con electricidad. El consumo medio es de 360Kwh y su capacidad está entre la del tren de cercanías y la del autobús. El cálculo es que un tranvía doble puede albergar a los pasajeros de 4 autobuses.

2. Por otro lado, el hecho de que vaya por superficie ahorra mucho en infraestructuras y obliga a reducir la velocidad a cambio de una menor siniestralidad que la de coches, motos y bicis. No corre tanto como un metro o un tren de cercanías, pero este problema se compensa en las ciudades que han optado por darles preferencia en los semáforos de algunos cruces o rotondas. Las ciudades españolas que disponen de tranvía lo han implantado en los grandes ejes de la ciudad. En algunos casos, como en Valencia o Barcelona, ocuparon de nuevo algunas calles por las que ya transitaron hace muchos años, mientras que otros trazados son completamente nuevos.

3. Que circule por unas guías de las que no puede salirse facilita que todo el mundo tenga claro cuál es el espacio de vía reservado para él. Por eso es tres veces más seguro que el autobús y treinta más que un coche.

4. Su accesibilidad es otra de sus bazas. En los tranvías modernos caben cochecitos de bebé, bicicletas o sillas de ruedas y cuentan con espacios reservados. Lo usual es además que se hayan eliminado barreras y escalones con el uso de rampas suaves.

 

Ejemplos de éxito en España

Barcelona mantiene una línea centenaria que ahora está para el disfrute de los turistas, el Tramvia Blau. Lleva subiendo las laderas del Tibidabo desde 1901. Las líneas modernas permiten que estudiantes, trabajadores o turistas de compras puedan moverse por la Diagonal o llegar a ella desde Cornellà, San Feliu, la Villa Olímpica o el recinto del Fòrum. Estas nuevas líneas están integradas en la red de transporte del área metropolitana, lo cual permite a los usuarios pagar con cualquier otro título de transporte válido para el resto de sistemas. Su longitud total es de 29 kilómetros.

La primera ciudad madrileña en apostar por este medio de transporte fue Parla y ya han pasado tres años desde su inauguración. Su línea cubre más de 8 kilómetros y tiene 15 paradas. Es de tipo circular y permite hacer transbordo para coger la línea C4 del tren de cercanías. Contará con otro punto de conexión cuando esté listo el apeadero de Parla Norte. El grado de satisfacción de sus usuarios es de un 7,7 sobre 10.

Valencia fue la primera ciudad española que apostó por este medio de transporte. Se recuperó el antiguo tramo de la Malvarrosa y se modernizó con tres ampliaciones.

Vitoria, Sevilla, Bilbao, Tenerife y Alicante no tardaron en tomar nota y abrieron sus calles a los tranvías.

Fuentes: Elaboración propia / facua.org / aboutmyplanet.com / trambcn.com / viaparla.com / flickr.com

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