Europa es el segundo importador del mundo de artículos de madera procedentes de la tala ilegal de los bosques tropicales. Estos productos suponen un bocado muy jugoso, puesto que representan entre el 20 y el 40% del comercio internacional de artículos de madera.
Precisamente para tratar de atajar este comercio ilegal y asestar un duro golpe a la deforestación tropical, la Unión Europea acaba de aprobar un reglamento en virtud del cual se prohíbe el comercio de madera obtenida ilegalmente. La normativa suscrita por el Parlamento Europeo contó con 644 votos a favor, 25 votos en contra y 16 abstenciones, y entrará en vigor a finales de 2012.
Efectos positivos
Si hasta ahora se permitía su comercialización en territorio europeo, la situación dará un considerable giro, lo que sin duda tendrá efectos positivos en los bosques tropicales. La solución ha venido por la vía de la trazabilidad, esto es, que los gestores de la cadena de suministro informen puntualmente de a quién compraron la madera y de a quién se la venden.
Este tipo de normas se antojan cada vez más necesarias en cualquier rincón del mundo, puesto que la deforestación supone casi el 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero -además de incrementar los corrimientos de tierra y la pérdida de biodiversidad-, creciendo a un ritmo de cerca de 13 millones de hectáreas al año.
La Amazonia, Congo e Indonesia son los tres principales focos de la tala ilegal de madera, que además de los efectos medio ambientales, también tiene consecuencias económicas, puesto que se calcula que los países dejan de percibir cerca de 10.000 euros de tasas fiscales al año.
Perú, por ejemplo, es uno de estos países afectados. Su ministerio de Medio Ambiente calcula que el país pierde cerca de 81.000 hectáreas de bosques al año. Por este motivo, el país latinoamericano es uno de los que ha recibido con más satisfacción el nuevo reglamento europeo; tanto éste como los cerca de 128 millones de dólares que ha recibido, entre donaciones y créditos internacionales, para conservar 54 de los 72 millones de hectáreas de boques tropicales que se extienden por el país, suponen una considerable ayuda en la lucha contra la deforestación. Un objetivo vital para el medio ambiente si tenemos en cuenta que favorecen el ‘secuestro' de 21.000 millones de toneladas de carbono.
El ejemplo peruano da una idea clara del impacto que tendrá la nueva medida aprobada por el Parlamento Europeo, dando pruebas una vez más de que actuar en la demanda, en el consumo, siempre tiene efectos en la oferta y eso empieza por preguntarnos cuando compramos una mesa para el comedor de dónde procede su madera.
Fuentes: Elaboración propia / elmundo.es / euronews.net / epa.eu / flickr.com/photos/dgidsicki / flickr.com/photos/marcellosaponaro