Todas las oficinas son muy distintas entre sí. Cada una cuenta con diferente superficie, horas de trabajo, climatología o características constructivas. Sin embargo, existen una serie de usos energéticos comunes:
- La climatización
- La iluminación
- Los equipos ofimáticos
Gracias a una buena gestión energética, podemos reducir el consumo energético de estos usos, lo que, además, se traduce en un ahorro económico. Para lograrlo, primero debemos realizar un análisis energético de las instalaciones y, después, planificar y llevar a cabo una serie de medidas o buenas prácticas para conseguir el ahorro energético.
Buenas prácticas de eficiencia energética
De la gran variedad de buenas prácticas que podemos implementar, destacamos las siguientes atendiendo a los principales usos y consumos de energía:
Sustitución de luminarias por LED
Sustituir las luminarias actuales por otras más eficientes es la medida más eficaz para reducir el consumo en iluminación. De entre todas, sin duda, la tecnología LED es la mejor opción debido a su alta eficiencia y su elevada duración.
Instalación de detectores de presencia
Otra medida para reducir el consumo de iluminación es instalar detectores de presencia en zonas de poco uso, como aseos o pasillos. Así, conseguiremos que la iluminación se apague cuando no sea necesaria.
Gestión de la climatización
Para mejorar este uso, podemos sustituir los termostatos individuales por otros no manipulables, lo que permite el control centralizado de los equipos de climatización.
Además, es importante adecuar los equipos de climatización a la demanda de nuestra oficina, es decir, variar sus horas de funcionamiento a lo largo del tiempo según nuestras necesidades.
Eliminación del consumo en stand-by
El consumo en stand-by es aquel que tienen ciertos equipos cuando están apagados. Esto supone un gasto innecesario y para corregirlo tenemos varias opciones como, por ejemplo, las regletas anti stand-by o los sobre-enchufes inteligentes.
Mejora de la envolvente
La envolvente evita la salida y entrada de calor y frío en nuestra oficina. Mejorar su eficiencia energética es una de las medidas más caras, pero pueden suponer grandes ahorros energéticos si su estado inicial es deficiente. Las opciones van desde mejorar el aislamiento general hasta instalar burletes en ventanas y puertas.
Con esta guía, podrás conocer con más detalle las principales medidas de ahorro energético en edificios de oficinas mediante ejemplos reales de aplicación.