Una empresa de servicios energéticos (ESE) asesora a empresas y organizaciones sobre cómo pueden mejorar la forma en que utilizan la energía y reducir los costes que pagan por su consumo energético. El pago de los servicios se hace en base a los ahorros obtenidos por la mejora de la eficiencia en la empresa contratante.

En la actualidad este tipo de empresas ofrece un amplio abanico de servicios de forma que, aquella empresa interesada en reducir el coste de su energía, puede hacerlo a través de un único interlocutor. Además de centralizar todas las actividades, la ESE también suele proporcionar asesoramiento sobre la financiación o incluso puede llegar a realizar ella las inversiones necesarias.

Este tipo de relación entre la ESE y la empresa contratante hace necesario establecer un contrato en el que se determinen los límites y se contemplen las diferentes circunstancias que pueden producirse: financiación, pagos o reparto de ahorros, duración, etc. Actualmente, existen dos tipos de contratos básicos:

  • Contrato de suministro energético (ESC): es un contrato para el suministro de energía transformada (vapor, agua caliente, frío, etc.) en las condiciones pactadas con el cliente. El contrato ESC permite al cliente pagar sólo por la energía útil que consume, al precio garantizado en el contrato.
  • Contrato de Rendimiento Energético (EPC o CRE): responde a un acuerdo contractual entre la ESE y el cliente para la implantación de medidas de mejora de la eficiencia energética donde las inversiones en dichas acciones se recuperan mediante los ahorros esperados convenidos en el contrato. El pago se basará en la obtención de mejoras de la eficiencia energética. Es uno de los más utilizados.

Dentro de este tipo de contrato podemos encontrar diferentes esquemas de reparto de ahorros: contrato de ahorros compartidos, contrato de ahorros garantizados, entre otros.

Fases de un proyecto tipo EPC

Un proyecto de estas características puede estar formado por diferentes fases las cuales dependerán del tipo de servicios contratados por la empresa. Aun así, de forma general podemos hablar de cuatro fases que siempre suelen estar presentes:

  • Auditoría energética: se trata de un análisis que busca detectar las ineficiencias energéticas para proponer medidas de mejora y así aumentar la eficiencia energética y reducir el coste.
  • Diseño del proyecto y establecimiento de garantías de ahorro: consiste en la presentación de un programa por parte de la ESE en el que se establece un plan de actuación, los aspectos técnicos, metodología de cálculo de ahorros, la duración del contrato, entre otras.
  • Implantación de las medidas: una vez llegado a un acuerdo y firmado el contrato, la ESE comenzará a realizar las medidas de mejora detectadas durante la auditoría. Tras la finalización de los trabajos la gestión y el mantenimiento de las instalaciones dependerá de las condiciones acordadas.
  • Comprobación de los resultados: al estar el pago a la ESE vinculado con los ahorros conseguidos es necesario comprobar que éstos se han logrado. Para ellos se empleará una Plan de Medida y Verificación anteriormente acordado.

En esta guía analizaremos las distintas modalidades de contratos y las diferentes fases por las que debe pasar una empresa que contrate un proyecto de servicios energéticos. Así mismo, al final de documento podremos encontrar un caso de éxito en el que se analizan los ahorros energéticos y económicos logrados por la red de Paradores de España a través de la implantación de las medidas integradas en el plan de servicios energéticos que Endesa ejecuta.

Descarga nuestra Guía sobre las empresas de servicios energético en formato PDF.

 

Fuente: Elaboración propia

Fuente de imágenes: Adobe Stock

 

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