Para ello, han propuesto que se celebre un campeonato con unas características parecidas a la Fórmula Uno, pero con la participación exclusiva de vehículos eléctricos. La fecha que se baraja para el inicio de este campeonato es el año 2013, aunque también se está tanteando la posibilidad de que en el segundo semestre de 2012 se realicen las primeras pruebas piloto, probablemente en la víspera de los tres últimos circuitos europeos de la temporada de Fórmula Uno. Antonio Tajani, comisario europeo de Industria, y Jean Todt, presidente de la FIA, se mantienen en contacto directo para pulir los aspectos técnicos más controvertidos y planear el calendario definitivo.

La idea es buena pero el camino no es tan fácil. Jean Todt se ha mostrado consciente de las resistencias que puede encontrarse dentro de los círculos automovilísticos, aunque no por ello renuncia a sus objetivos. «La comunidad está solo interesada en cómo mejorar su rendimiento porque quieren conseguir la victoria«, ha reconocido Todt. Sin embargo, también ha manifestado su compromiso con los nuevos tipos de energía: «Queremos tener tan pronto como sea posible nuevas categorías con nuevas energías. Todo lo que podamos hacer alrededor del mundo, lo haremos«, ha añadido. De momento, la FIA ya ha establecido una comisión destinada a los coches eléctricos, liderada por Burkhard Goeschel, antiguo director de BMW.

Uno de los objetivos que manejan los impulsores del proyecto es aprovechar la capacidad de investigación y de innovación propia de las grandes escuderías para el desarrollo de las tecnologías más ecológicas. Pero, además, la Comisión Europea quiere servirse de la gran influencia que poseen los pilotos en la sociedad para llevar a cabo una labor de concienciación sobre las alternativas que existen a los combustibles fósiles. «Queremos que ayude a normalizar el uso del coche eléctrico y que incremente los recursos de investigación en este campo«, ha sentenciado Tajani.

Este proyecto se enmarca dentro del ambicioso plan que se ha propuesto Bruselas orientado a la progresiva desaparición de los vehículos impulsados con gasolina y gasóleo. Y es que la Comisión Europea ha planteado una reducción del 50% de este tipo de coches hasta el año 2030, y su total desaparición de las ciudades europeas en el año 2050. El objetivo es sustituir tales combustibles por aquellos que se conocen como limpios, entre los que se cuentan los eléctricos. Dentro de esta misma estrategia se prevé que el transporte interurbano de media distancia, tanto de pasajeros como de mercancías, deje de realizarse por carretera y se traslade a la red ferroviaria y a la vía fluvial, al menos en un porcentaje del 50%.

Fuentes: Twenergy / Ecología Verde / Treehugger / ESPN / ABC / Flickr

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