Son muchas las ventajas de tener un huerto urbano en casa. La principal: es la manera más saludable y sostenible de tener a mano alimentos cultivados por nosotros mismos. El resultado es de lo más gratificante: podrás cultivar y comer tus propias frutas y hortalizas. Lo notarás en el sabor y también en el bolsillo.

Cada vez más ciudades destinan azoteas de los edificios o zonas verdes como jardines a construir huertos urbanos comunitarios. En Madrid, por ejemplo, la Red de Huertos Urbanos nos localiza todos aquellos huertos ecológicos que se reparten por la capital. Por otro lado, existen organizaciones que alquilan terrenos, herramientas e incluso te enseñan a sembrar tus propios alimentos desde cero.

Otra opción es crear nuestro propio huerto en casa. El secreto esta? en saber cómo cultivar en función del espacio que tengamos y seleccionar las mejores especies según las condiciones climáticas de nuestra ciudad (ver pdf). En internet existen muchos tutoriales que nos ayudan paso a paso a iniciarnos como agricultores caseros y nos dan las claves de la elección del lugar, las semillas, los recipientes que debemos usar, el riego e incluso el control de plagas. Iniciativas como el intercambio de semillas que lleva a cabo el Matadero de Madrid a través del proyecto Intermediae permite además compartir semillas adaptadas a condiciones locales de cultivo y conocer la experiencia de otros aficionados a la agricultura ecológica.

Jardines verticales, también en casa

Los jardines verticales son otra buena alternativa para llenar nuestro hogar de verde. Se trata de muros recubiertos de plantas y flores que surgieron como una propuesta arquitectónica y que hoy en día convierten los edificios y fachadas de las ciudades en lugares más sostenibles y agradables, ayudando a reducir el efecto invernadero de las grandes urbes.

El francés Patrick Blanc lo sabe muy bien. Es uno de los mayores expertos en jardines verticales del mundo y sus proyectos son famosos en todos los rincones del Planeta. En la Caixa Forum de Madrid encontramos uno de sus trabajos. Muy llamativo es también el asombroso jardín vertical del Hotel Santo Domingo de Madrid o el que se incluyó en la rehabilitación de la Fábrica Moritz de Barcelona.

Al margen de estos grandes proyectos, crear un jardín vertical en casa no requiere ser un gran experto en jardinería. Basta tener un muro o un trozo de pared donde colocarlo. Puedes comprar a medida jardines colgantes que utilizan plantas liofilizadas, naturales y ecológicas. Su ventaja: las plantas se mantienen frescas sin mantenimiento alguno: ni riego, ni tierra, ni luz. Es una buena opción para decorar interiores y purificar el aire de nuestro hogar.

Por otro lado, están los jardines vegetales comestibles donde podemos plantar desde lechugas y hierbas hasta fresas o tomates. Se pueden construir con macetas inclinadas o reutilizando botellas o latas. En la red hay gran cantidad de vídeos y tutoriales que te ayudan a crear el jardín colgante que mejor se adapte a tu espacio y a tus necesidades.

Los huertos urbanos y jardines vegetales son una forma divertida, saludable y barata de abrazar una alimentación más ecológica, al mismo tiempo que ayudamos a cuidar del medio ambiente. ¿Te animas a empezar?

Fuentes: Twenergy

 
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