De aquella época son los famosos radiadores de aceite con ruedas o las placas eléctricas que se enchufaban y llevaban de habitación en habitación, o las famosas barras que se ponían en los baños y se encendían tirando de un cordelito…es nostalgia? O es tecnología que ha evolucionado y forma parte de nuestro presente?

Después de aquellos sistemas se promulgó el uso de la calefacción por tarifa nocturna, con gran aceptación por parte de los usuarios, ya que suponía un descuento del 55% del coste de la energía consumida por los acumuladores durante el periodo valle del día – la noche – correspondiendo éste con las horas en las que el acumulador consumía energía eléctrica para posteriormente almacenarlo en unos ladrillos cerámicos de alta capacidad térmica y que ayudaban a disipar el calor almacenado durante las horas de la noche a bajo coste, durante el resto de las horas del día. Uno de los inconvenientes que tenía este sistema, es que había que reforzar la línea de las viviendas que no habían sido diseñadas para este sistema de calefacción, ya que el consumo instantáneo que se producía era elevado.

Tras la tarifa nocturna, se desarrollaron los emisores térmicos, cuyo principio de funcionamiento pasaba de un uso irracional de la energía que tenían los acumuladores, a un uso racional y universal, ya que se podían programar en base a las necesidades de cada estancia que se calefactaba y además no necesitaba un reforma/ampliación de la línea que va a cada casa, sino que podían instalarse en un enchufe existente en la vivienda si ésta está diseñada para soportar la capacidad de cada aparato que se instala.

Si vemos pues de forma cronológica los sistemas de calefacción eléctricos, podemos ver como éstos han evolucionado gracias a la tecnología y al uso masivo de dichos sistemas y aparatos, optimizando los costes de los aparatos para poder convertirse en un sistema universal usado por la mayoría de los clientes y siendo promovidos por las propias compañías y fabricantes de aparatos de calefacción.

La evolución del uso y de la tecnología, hace que posteriormente se desarrollen soluciones universales capaces de modularse e integrarse en los hogares de los españoles, siendo así más sencilla su comercialización y acceso a los sistemas de calefacción eléctricos.

Por ello a día de hoy los sistemas de calefacción eléctrica, tanto por acumulación, como de emisores térmicos en todas sus variantes (aceite, secos o acumulación) son vigentes a día de hoy  como cualquier otro sistema de calefacción. Hay que tener en cuenta que han proliferado últimamente sistemas de calefacción del tipo radiadores eléctricos en los que no se han realizado las correspondientes homologaciones técnicas y de seguridad que estos sistemas deben seguir, de ahí las diferencias de precios notables entre unos sistemas de calefacción eléctrica y otros. Teniendo en cuenta esta salvedad, disponer de sistemas eléctricos de calefacción es una solución muy ágil y rentable para cualquier usuario que a día de hoy quiera instalar calefacción en sus casa.

Fuentes: Twenergy / Flickr

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