En el área, en donde se utiliza el sistema de landfill o relleno sanitario, se generan diariamente 15.000 toneladas de basura que son enterrados en un predio de la localidad bonaerense de San Martín.

El sistema de landfill o relleno sanitario es gerenciado por una empresa estatal, compuesta por partes iguales, de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad de Buenos Aires: la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE).

“El avance que se buscó fue el de utilizar el biogás, que entre sus componentes contiene, aproximadamente un 50% de gas metano, como insumo para la producción de energía eléctrica”, indicó Leonardo Maceiras, gerente de Operaciones de la CEAMSE.

En 2009 se llamó a licitación para la construcción y operación de dos centrales en el complejo ambiental para la generación de energía eléctrica utilizando como insumo para la producción el biogás generado en dos de los módulos del relleno sanitario.

Ambas centrales se encuentran emplazadas dentro del Complejo Ambiental Norte III,  localizado en tierras de Campo de Mayo, en parte de los municipios de San Martín, San Miguel y Tigre.

La Central San Miguel, tiene una capacidad instalada de 11,796 MW. El equipamiento de generación de energía eléctrica está constituido por seis unidades impulsadas por motores alternativos de combustión interna alimentados con biogás proveniente del vertedero, en cantidad suficiente para hacer funcionar la totalidad de los generadores y garantizar el pleno despacho de la central.

La Central San Martín, en tanto,  tiene una capacidad instalada de 7,1 MW. En este caso el equipamiento de generación de energía eléctrica está constituido por cinco unidades impulsadas por motores alternativos de combustión interna alimentados con biogás proveniente del relleno y al igual que en el caso anterior están vinculados eléctricamente a la red de 13.2 kV de la empresa distribuidora Edenor.

Las centrales para su operación cuentan con un sistema de succión e impulsión de biogás conformado por varios sopladores con motor eléctrico trifásico. Estos sopladores son los encargados de realizar la succión necesaria en todo el sistema de tuberías colectoras y transportar el flujo de del gas recolectado por el sistema, desde los pozos de extracción ubicados en el módulo hasta la estación de captación y pretratamiento, en la cual se le extrae el líquido residual que pudo haber sido arrastrado por el metano.

El biogás, una vez capturado y pretratado, es enviado como combustible para alimentar los motogeneradores de cada una de  las centrales térmicas, y el excedente de dicha alimentación, en caso de existir, se trata mediante la incineración controlada en antorchas de llama oculta según lo establece el Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto.

“El biogas se genera a partir de la fermentación de los residuos. Hoy podemos decir que inyectamos en el sistema eléctrico la energía suficiente para alimentar a 25.000 personas”, explicó Hugo Bilbao, director del Organismo para el Desarrollo Sostenible bonaerense (Opds).

El complejo ambiental también incluyó una planta para el tratamiento de los líquidos lixiviados que quedan como producto de la fermentación. Se trata de la planta más grande de América del Sur que estará funcionando a pleno el año próximo. Una vez tratados allí estos líquidos pueden ser volcados directamente en los cursos de agua que rodean el predio sin peligro de contaminación.

También, y previamente al enterramiento y generación de biogas, funciona una instalación de tratamiento biológico mecánico en el cual se recuperan aquellos residuos que son reciclables y se genera un compost luego utilizado en el relleno sanitario. Diariamente recicla unas 600 toneladas de basura. Fue financiada por la ciudad de Buenos Aires.

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