La base del uso de los muros de tierra es aprovechar la misma tierra del lugar donde se construye para minimizar costes e impacto medioambiental. Aprovechar los recursos disponibles en el entorno inmediato es una de las bases de la bioconstrucción y aprovechar la tierra del sitio donde se va a edificar es uno de los mejores ejemplos de ello.

Bien sea a través de bloques de adobe, de tapiales, de superadobe o sacos de tierra comprimida (STC) el objetivo es el mismo, construir con el menor impacto en el entorno. Técnicas tradicionales que se han visto beneficiadas por la tecnología moderna y que impacta directamente en los resultados.

La capacidad de analizar la tierra y compensarla con otros elementos para conseguir la resistencia deseada hacen que estos muros no tengan nada que envidiar a otras construcciones tradicionales. Otra ventaja de los muros de tierra, es que al tener alta inercia térmica, ayudan a mantener estable la temperatura del interior del edificio.

Al final, el mayor beneficio de poner la tierra del lugar al servicio de la construcción, reside en que al final de la vida útil del edificio esa tierra volverá a su lugar de origen, restituyendo así a la naturaleza lo que le quitamos en su día.

 

Sigue aprendiendo más sobre la bioconstrucción con estos capítulos del serial:

1. Bioconstrucción y viviendas ecológicas: Introducción.
2. Estrategias pasivas en la bioconstrucción.
3. Cúpula y Domo como estructuras preferidas en la bioconstrucción.
5. Beneficios e impactos positivos de la bioconstrucción.
6. Ejemplo de bioconstrucción: CREAS de Pozuelo de Alarcón.
7. Primeros pasos para la bioconstrucción.

 

Fuente de imágenes: Calearth | Domovita

 

 

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