Varios grupos de investigación en la Universidad de Harvard y Bristol se han dado cuenta de este hecho y nos alertan de que el consumo energético está creciendo y seguirá creciendo aún más cuando internet se extienda de la misma manera por África y Asia.
Consumo de una búsqueda en Internet
La huella de carbono mundial aumenta cada año un 2% debido a las búsquedas en internet. Estos grupos de investigación han calculado que cada búsqueda en Google genera aproximadamente de 5 a 10 gramos de CO2 porque se replica la búsqueda en multitud de servidores de todo el mundo para conseguir el registro más rápido. El sistema minimiza los retrasos pero ello conlleva un mayor consumo energético.
La mayor parte de ese consumo energético procede de la electricidad consumida por el ordenador de la persona que está realizando la búsqueda. Otra parte importante del consumo lo llevan a cabo las infraestructuras de red necesarias para conectar la página de internet utilizada, y por último, los servidores y centros de datos que proveen a la página la información.
Muchas de las ineficiencias del sistema son debidas a errores que presentan algunas páginas que hacen que se necesite más tiempo para acceder a ellas.
¿Qué podemos hacer para reducir nuestra huella usando Internet?
Una posible forma de reducir el consumo energético es asegurar el correcto funcionamiento de las páginas. Existe una página web, Green Certified Site, diseñada para que los creadores de páginas web y blogs hagan sus páginas más «verdes» calculando las emisiones de una página y neutralizándolas en todo su ciclo de vida. Tiene además un sistema para dar un sello a las páginas y certificar así su menor emisión de gases de efecto invernadero.
Si usamos internet para sustituir una actividad como puede ser la de coger el coche para ir a comprar estaremos reduciendo el consumo energético mundial, pero si lo que hacemos es añadir una actividad más consumidora de energía a nuestra vida diaria estaremos, entonces, perjudicando el medio ambiente.
Twitter y otras páginas están incrementando su uso, con millones de mensajes al mes. Una acción tan normal como abrir un video en Youtube a la vez que vemos las noticias en Internet y abrimos nuestro correo un domingo por la mañana puede tener más implicaciones de las que pensamos.
Fuentes: Twenergy / Sunday Times / Universidad de Bristol / Flickr