En la pequeña aldea de Smiljan, situada en una región montañosa del Imperio Austrohúngaro, nació en 1856 Nikola Tesla. Adelantado a su tiempo y obsesionado con la electricidad moderna desde su niñez, su visión pretendía cambiar el mundo. Y así lo hizo: el mundo cambió a imagen y semejanza de su visión. Esto es precisamente lo que demuestra la exposición ‘Nikola Tesla: suyo es el futuro’. 

Fotografía de Nikola Tesla

Trayectoria de Nikola Tesla

Los logros de Nikola Tesla fueron asombrosos. El científico de origen serbio fue el inventor del motor de inducción de la corriente alterna y del campo magnético rotatorio, determinantes en la segunda revolución industrial. También fue el inventor real de la radio, pionero del control remoto, la robótica, las armas teledirigidas, los aviones de despegue vertical y las primeras lámparas de bajo consumo y la transmisión inalámbrica de la electricidad. Auténticos prodigios que han sido claves para el progreso tecnológico que vivimos en la actualidad.

Invenciones modernas de Nikola Tesla

Tesla fue además un genio que se anticipó a su tiempo. Y no sólo por sus “ideas locas” de un futuro inalámbrico, sino también en cuanto al uso de las energías limpias. Ya en 1900 alertaba de la necesidad de no agotar los combustibles fósiles. El científico apoyaba la idea de buscar nuevas fuentes de energía alternativas como la solar o la eólica. Pero nadie le escuchó.

La mente de Tesla era prodigiosa: diseñaba las máquinas en su imaginación, sin planos ni escritos. Su particular forma de trabajar no le permitió tener discípulos que pudieran defender su memoria y muchos de sus méritos fueron atribuidos a otros científicos como Thomas Edison o el italiano Guglielmo Marconi.

Pionero en la electricidad

En particular, Nikola Tesla vivió la conocida como guerra de las corrientes con Thomas Edison, con el que empezó a colaborar en 1884. Sus formas de trabajar eran muy diferentes y nunca tuvieron buena relación. La rivalidad terminó en una gran disputa por demostrar el descubrimiento y la patente de la electricidad. Edison defendía el sistema de corriente continua y Tesla el sistema de corriente alterna. Finalmente fue Edison quien se llevaría todos los méritos reconocidos por su buena suerte en los negocios.

Electricidad entre polos

Olvidado por todos, los últimos días de este genio transcurrieron en un parque sentado dando de comer a las palomas (una de sus grandes pasiones). Su muerte le llegó en soledad en una habitación del hotel New Yorker de Nueva York en 1943.

El Museo de Tesla en Belgrado alberga todo el archivo del científico, integrado por más de 156.000 páginas de documentación. Un tesoro que forma parte del registro “Memoria del Mundo” de la UNESCO desde 2003 y que no debería olvidarse nunca.

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