¿Qué es la norma Euro?

En 1988, la Unión Europea publicó la primera norma referente a las emisiones contaminantes de los vehículos, la llamada norma Euro 0, que afectaba tanto a los vehículos ligeros como a los pesados. Desde entonces, las empresas automovilísticas tienen que cumplir una serie de requisitos ambientales al vender sus vehículos.

La norma Euro limita las emisiones de contaminantes potencialmente peligrosos para la salud de los vehículos como, por ejemplo, los óxidos de nitrógeno (NOx), el monóxido de carbono (CO) o las partículas en suspensión (PM). Los límites de emisiones se aplican dependiendo de si son vehículos diésel o gasolina.

Esta norma ha ido evolucionando en EURO 1, 2, 3, 4, 5 y 6 la actual EURO 6c, siendo cada vez más restrictiva. El paso hacia unos límites de emisiones más severos se realiza a la par del desarrollo de las nuevas tecnologías, que impulsan la eficiencia energética en los vehículos y la movilidad eléctrica.

Así mismo, la norma Euro 6c establece la conversión del ciclo de homologación actual “New European Driving Cycle” (NEDC) por uno nuevo “Worldwide harmonized Light Vehicles Test Procedures” (WLTP), que tendrá pruebas fuera de laboratorio gracias al protocolo de homologación complementario “Real Driving Emissions” (RDE), que realiza también pruebas en carretera.

Los fabricantes de automóviles que no pasen estos exámenes, tendrían que descatalogar modelos o pagar sanciones si no cumplen con los requisitos de la norma.

¿Cuándo entra en vigor?

La normativa Euro 6c entró en vigor el pasado 1 de septiembre de 2017 para los vehículos de nueva homologación. Sin embargo, habrá que esperar hasta el 1 de septiembre de 2018 para que se aplique a los coches de nueva matriculación.

¿Cuánto tiempo tienen las ciudades?

El horizonte destacado más próximo se corresponde con el 1 de enero de 2020, donde todos los modelos de nueva homologación deben cumplir la normativa Euro 6D, siguiendo los criterios de WLTP y RDE.

Además, existen horizontes más restrictivos para el año 2030, 2050 y, así, sucesivamente. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid prohibirá circular a los vehículos antiguos a partir de 2025. Esta medida afectará a los modelos matriculados antes de 2000, en el caso de los de gasolina, y antes del 2006, para los de diésel.

¿Qué podemos hacer nosotros?

Nuestra manera de conducir es determinante en el consumo de combustible de nuestro vehículo. Aprender a conducir de una manera eficiente energéticamente puede suponernos ahorros tanto en combustibles como en los gatos asociados.

Sin embargo, una vez observada la línea temporal que hay proyectada para los vehículos actuales, lo más sensato sería pasarse a la movilidad eléctrica. Esta elección es la más adecuada por diversos motivos:

  • Es una alternativa para cumplir con las leyes y normativas en materia de reducción de emisiones a la atmósfera.
  • Existen bonificaciones, incentivos y beneficios por tener un vehículo eléctrico como, por ejemplo, aparcamiento gratuito.
  • Es más barata la recarga de la batería, puesto que la electricidad cuesta menos que los combustibles fósiles. Así mismo, la ITV es más económica al no contar con la prueba de gases.
  • Existen ayudas y subvenciones para la compra de un vehículo eléctrico, ya sea un coche o una motocicleta.
  • Es más silencioso, no se perciben vibraciones y no emiten apenas calor.
  • Da una imagen de compromiso con el medio ambiente y la eficiencia energética, puesto que no emiten gases contaminantes.
  • Es una apuesta segura, ya que toda la sociedad avanza hacia la movilidad eléctrica.

La movilidad eléctrica ya no es el futuro, sino el presente. Debemos ser conscientes de las emisiones contaminantes que podemos generar nosotros mismos y solucionarlo. ¡Pásate a un vehículo eléctrico cero emisiones!

¿Te parecen correctas este tipo de normativas?

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