La utilización de satélites para observar la Tierra, es uno de los puntos clave de la lucha contra el cambio climático, ya que permite obtener información real para comprender mejor el funcionamiento de la atmósfera y su relación con otros elementos del medio natural como pueden ser los océanos y la vegetación.
El OCO-2
Con el lanzamiento del OCO-2, producido a principios del mes de julio, la NASA contribuye a la lucha contra el cambio climático con una nueva e importante fuente de observaciones globales para el reto científico de comprender mejor nuestra Tierra y su futuro.
Así, el nuevo satélite es una herramienta diseñada por científicos de la NASA y mejorada mediante las observaciones del satélite japonés GOSAT lo que permite obtener mejores datos e información de mayor calidad.
Fuentes de CO2
El satélite tiene el objetivo de medir el dióxido de carbono (CO2), ya que este juega en la atmósfera un papel fundamental en el equilibrio energético de nuestro planeta y es un factor clave en la comprensión de cómo está cambiando nuestro clima.
La nave proporcionará las imágenes más detalladas hasta la fecha de las fuentes naturales y humanas de CO2.
Sumideros de CO2
La mayor expectativa de esta estación es determinar la ubicación e identificar los sumideros naturales, para lo que se ha dotado al satélite de tres espectrómetros de alta resolución. Estos instrumentos permitirán detectar los procesos naturales del océano y de la tierra por los que este gas sale fuera de la atmósfera y queda almacenado.
Todavía es pronto para valorar la calidad y utilidad de la información que se obtendrá del nuevo satélite, pero los científicos esperan que la estación pueda mostrar la distribución geográfica mundial de fuentes y sumideros de dióxido de carbono. Además de permitir a los científicos estudiar los cambios en el tiempo de una manera más completa que con los datos existentes. Con el tiempo veremos los avances científicos que nos ofrece este nuevo satélite OCO-2.
Fuente: Cadena Ser | OCO- NASA | Flickr
