Actualmente, México obtiene la energía que consume mayoritariamente de dos tipos de energía:

– La hidroeléctrica, que aprovecha la energía que genera el agua de presas, saltos de agua de ríos y embalses
– La termoeléctrica, procedente de la quema de combustibles fósiles como el gas, petróleo y carbón.

Los procesos de generación de energía en ambos casos implican la emisión de gases contaminantes y la reducción de las reservas de agua, de las que México no anda precisamente sobrado. El país aún no ha logrado suministrar agua potable a toda su población, un problema al que se enfrenta desde hace años y que es causa, junto a otros factores, de la sobreexplotación de los mantos acuíferos en muchas regiones.

Las renovables en cifras

Prácticamente todos los países del mundo podrían disminuir su dependencia de las fuentes de energías no renovables. Sin embargo, no todos muestran las mismas condiciones favorables para el aprovechamiento de la energía generada por la naturaleza. Un país tan grande y diverso como México ofrece múltiples alternativas para incrementar la participación de las energías renovables en la generación de electricidad.

Algunas cifras que demuestran que el futuro del sistema energético mexicano podría ser renovable son:

– México es uno de los cinco países con mayor potencial solar bruto del mundo. Se estima que para el año 2030 la energía solar podría llegar a cubrir al menos el 5% del total de los requerimientos energéticos del país. Incluso hay expertos (1) que aseguran que 100 mil hectáreas de celdas fotovoltaicas instaladas en el Norte de México podrían abastecer de energía limpia a todo México.

– Estados como Oaxaca, Hidalgo, Zacatecas, Tamaulipas y Baja California destacan por su potencial eólico. De hecho, el país presenta condiciones de viento óptimas para el desarrollo de parques eólicos en ambas costas (este y oeste). El eólico es el sector renovable más desarrollado en México. La capacidad instalada actual supera los 1000 MW/H, aunque están previstas ya inversiones público-privadas que triplicarían esta cifra.

– México ocupa el cuarto lugar mundial en producción de electricidad a partir de energía geotérmica. La mayor parte de la electricidad geotérmica aprovecha la energía de zonas volcánicas, muy abundantes en las regiones del oeste del país.

El INERE (Inventario Nacional de Energías Renovables) amplía toda esta información en una plataforma online de acceso público todas las instalaciones y proyectos de generación de energía eléctrica a partir de renovables en marcha en el territorio mexicano.

Ver todos estos proyectos geolocalizados ayuda a hacerse una idea del gran potencial que las energías renovables tienen en México. Con la inversión y la planificación adecuadas, fuentes renovables como la solar, la eólica o la geotermia podrían rebajar la dependencia que el país tiene del petróleo o el gas natural y apostar por fórmulas más sostenibles para satisfacer una demanda energética que no deja de aumentar casi un 5% anualmente.

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