En España la denominación de productos como “km 0” es conocida como un concepto vinculado a la asociación italiana Slow Food, en donde los chefs de los restaurantes utilizan en sus platos los productos cultivados en su propio huerto. En Italia y en otros países – como en EEUU, por ejemplo – el concepto de “km 0” está relacionado con los farmers market, los mercados de los agricultores. Los productores de una zona se unen a través de organizaciones para vender sus productos agrícolas en mercados de proximidad, con el objetivo de ponerse en contacto directo con el consumidor final, evitando los intermediarios y favoreciendo así la agricultura local de calidad.
En Italia la cultura del “km 0” ha llegado en los últimos años pisando fuerte. La gran acogida se apoya en la aprobación de un Decreto Ley “Normas para la mejora de los productos agrícolas de cadena corta y de calidad”, que aprobó el Consejo de Ministros italianos el 1 de marzo de 2010. Esta medida es un instrumento legislativo de gran importancia, ya que, por primera vez, define los mercados agrícolas, la venta directa, la promoción de la oferta y la demanda de productos agrícolas a km 0 y proporciona un marco para el sector desde el punto de vista de la legislación.
La gran mayoría de los productores presentes en el mercado “Corto Bio” tienen certificación biológica (la autoridad certificadora visita y controla al productor para determinar la validez de la certificación), mientras otros productores –incluso unos que ya tienen la certificación biológica– están empezando un recorrido de certificación participada, (son los propios consumidores los que llegan a avalar la calidad del producto). En este proceso, se intenta involucrar a un grupo de personas (un productor del mismo sector, un técnico y algunos consumidores) para visitar la granja y juntos entender y resolver los problemas del productor, basándose en los estándares de la certificación biológica, en particular los de la AIAB (Asociación Italiana de Agricultura Biológica).
En las imágenes podéis ver una de las granjas del mercado Corto Bio que hemos visitado, La Runa.
