Rehabilitar fachadasEn España, más de la mitad de los edificios están construidos sin la protección térmica adecuada, es decir, no cuentan con el aislamiento necesario. Es un problema común en otros países, ya que los edificios son responsables de alrededor del 40% del consumo de energía y del 36% de las emisiones de CO2 en la Unión Europea.

Estos datos indican que la reducción significativa del consumo de energía en la edificación debe ser una de las prioridades en el marco de la lucha contra el cambio climático y también una vía útil para reducir la dependencia energética exterior en España.

Hasta el momento, la rehabilitación de los edificios suele asociarse con algún problema o deterioro de su estructura. Sin embargo las administraciones públicas están difundiendo un nuevo concepto: la rehabilitación térmica. Es decir, rehabilitar para conseguir edificios eficientes.

Con la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación (CTE) se pretende, entre otros objetivos, reducir el consumo energético de los edificios mediante una legislación más exigente. El CTE transpone, parcialmente, la Directiva Europea de Eficiencia Energética de los edificios (2002/91/CE), que obliga a los estados miembros de la UE a desarrollar medidas concretas que garanticen la mejora de la eficiencia energética en todos los edificios.

Por su parte, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITyC) incluyó en el Plan de Acción 2008-2012 de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética para España, una medida dirigida a mejorar el aislamiento y disminuir el consumo de energía de los edificios.

Beneficios de la rehabilitación energética

El proceso de rehabilitar térmicamente un edificio no es tan complicado ni tan caro como en principio pueda parecer y tiene beneficios importantes en la factura de la calefacción y del aire acondicionado. Se puede actuar sobre:

• La envolvente térmica del edificio, compuesta por todos los cerramientos que separan los espacios habitables del exterior, incrementando el aislamiento de fachadas y cubiertas o con ventanas más aislantes.
• Las instalaciones del edificio se pueden cambiar por otras con mejores rendimientos y menores consumos.
• El empleo de nuevas fuentes de energía renovable, como la energía solar o combustibles menos contaminantes, como la biomasa.

Además, tras la rehabilitación de la fachada el inmueble queda globalmente revalorizado en sus características estéticas y de durabilidad, puesto que la capa de aislamiento protege mejor el conjunto del edificio. También, se corrigen todos los puentes térmicos, de modo que se evitan las paredes «frías», la falta de confort asociada a ellas y, sobre todo, el riesgo de formación de condensaciones y mohos superficiales.

Una de las últimas campañas en este sentido se ha puesto en marcha por parte de la Comunidad de Madrid, a través de un convenio con la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes (ANDIMAT), para la mejora de la eficiencia energética de unos 500 edificios de viviendas.

Este Plan Renove de Fachadas busca rehabilitar la envolvente térmica de los edificios, una actuación que puede reducir las pérdidas de energía hasta el 70% y ahorros económicos del 30%, disminuyendo el consumo de calefacción o de aire acondicionado.

Si quieres saber más no te pierdas la Guía de Aislamiento de Viviendas de Twenergy , aprenderás sobre los materiales más apropiados para los cerramientos y todo lo que necesitas para abordar con éxito la rehabilitación energética de un edificio.

Fuentes: TwenergyIDAE / El Mundo / Renovarte / Flickr

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