Segway es un transporte ligero giroscópico de dos ruedas con un autobalance que mantiene en equilibrio al conductor. Frente a otros medios de transporte contaminantes, Segway tiene muchas ventajas: ocupa poco espacio, necesita poco mantenimiento (nada de cambios de aceite ni revisiones), puede circular por zonas peatonales y para funcionar sólo necesita un enchufe. Una carga de 15 minutos es suficiente para que sus baterías de ión-litio nos permitan recorrer 1,6 kilómetros. Y lo mejor de todo: el coste de la carga para todo un día es inferior al de un periódico.

Con este vehículo eléctrico podemos circular a una velocidad máxima de 20 km/h y con una sóla carga completa recorrer hasta 38 kilómetros. Segway es perfecto para distancias cortas, paseos urbanos y desplazamientos de puerta a puerta. Al no utilizar combustible, no contamina ni emite CO2 a la atmósfera. Según sus creadores, un Segway es once veces más económico en términos de ahorro energético que un coche.

¿Cómo funciona Segway?

El funcionamiento de Segway es muy sencillo. Una vez subidos en él sólo hay que inclinar el cuerpo hacia delante y hacia atrás para avanzar o retroceder. El vehículo responde a los cambios en la postura del cuerpo. No hay acelerador ni frenos. El manillar permite movernos hacia la derecha o hacia la izquierda. Y para detenernos sólo hay que ponerse en posición vertical.

Este funcionamiento tan intuitivo es posible gracias al control de estabilidad dinámica de ciclo cerrado del vehículo. Segway cuenta con giroscopios sólidos, sensores de inclinación, microprocesadores de alta velocidad y motores eléctricos de gran potencia que funcionan para mantenerlo equilibrado y muy seguro.

En el mercado existen dos modelos de Segway: el urbano i2, diseñado para circular por ciudad y superar diferentes tipos de superficies; y el todoterreno x2, para pistas forestales y terrenos irregulares. ¿Te animas a subirte a un Segway?

Fuentes: Segway

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