Aseo personal eficienteComencemos con el champú. Las instrucciones de uso que suelen venir en los envases hablan de una dosis de unos 2,5 cm de diámetro. Esta medida corresponde con un pelo de longitud media, es decir, entre la barbilla y los hombros. Si tienes el pelo más corto -que no supere el límite de la barbilla- probablemente es más que suficiente con 1,5 cm de diámetro, es decir, aproximadamente una moneda de 1 céntimo de euro. Para los melenudos (de hombros para abajo), el consejo es una dosis de, como mucho, 4 cm de diámetro.

Y, ¿qué hay de la pasta de dientes? ¿Realmente es necesario cubrir todo el cepillo como hacen en los anuncios de la televisión? Esos cepillos rebosantes, ¿son imprescindibles? No, bastaría con una dosis del tamaño de un guisante, como indica la Asociación Dental Americana. El secreto está en el modo en que debemos cepillarnos los dientes, a saber, ejerciendo un cepillado interior y exterior con un ángulo de 45 grados. Además, los expertos no recomiendan un uso excesivo del dentífrico, porque sus componentes químicos pueden ser demasiado abrasivos para el esmalte.

En cuanto al desodorante, éste también representa un negocio muy lucrativo, hasta el punto que la consultora Euromonitor International asegura que los americanos gastan en ello más de 2.300 millones de dólares al año. En condiciones normales, es decir, una persona que no está sujeta a grandes niveles de estrés, bastaría con una pasada adelante y otra atrás del roll-on de turno. Hacer un uso excesivo podría dañar la ropa, desencadenar reacciones alérgicas o crear otros problemas de salud.

La ducha, por su parte, también es una vía de ahorro, puesto que sólo una de cuatro minutos gasta entre 75 y 150 litros de agua. Instalando unas duchas de consumo reducido, muy baratas, se pueden ahorrar cerca de 37 litros, que vendrían a sumarse a los otros tantos que podemos ahorrar metiendo una botella en la cisterna que, consume unos 15 litros cada vez que tiramos de la cadena. También podemos ahorrar cerrando el grifo cuando nos cepillamos los dientes o llenando el lavabo cuando nos afeitamos, en lugar de andar abriendo el grifo.

Y llegamos al momento más delicado: el papel higiénico. Sin entrar en detalles, un ahorro en su uso podría reducir la tala de árboles en casi 424.000 al año, que es la cifra necesaria para producir cerca de un 4% de la cantidad que utilizamos en ese tiempo.

En definitiva, pequeñas medidas para grandes ahorros. ¿Por qué no hacer el esfuerzo?

Fuente: Elaboración propia / green.yahoo.com / flickr.com

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