La calefacción radiante es un sistema aún poco conocido, pero se trata de uno de los sistemas de transmisión de calefacción más eficientes que existen, capaz de conseguir elevados ahorros de energía gracias a su utilización. Este tipo de calefacción se basa en la transmisión de calor por radiación.
Formas de transmisión del calor
Según la física moderna, existen tres formas diferentes de transmisión del calor, que pueden darse simultáneamente en el mismo foco: el contacto, la convección y la radiación. La proporción de transmisión de calor según un método u otro varía en función de las características del foco de calor.
En la calefacción convencional (radiadores convencionales, fancoils, estufas de biomasa…), la mayor parte del calor se transmite a través de la convección. Esto significa que el calor se transmite a unas moléculas que funcionan como medio transmisor: el aire.
En el caso de la calefacción por radiación, sin embargo, la mayor parte de calor no se transmite en forma de energía calorífica a través de un medio, sino como radiación infrarroja que viaja a través del espacio, de la misma forma que la energía del sol llega hasta nosotros desde el espacio exterior. Este tipo de transmisión del calor, no calienta el aire, sino que los infrarrojos se convierten en energía calorífica sólo cuando alcanzan una superficie, llegando a calentarla. Los sistemas de calefacción radiante más usuales en el mercado son el suelo radiante y el techo radiante.
¿Por qué es tan eficiente?
La tecnología de calefacción por radiación, ya sea por suelo o por techo radiante, debe su gran eficiencia a dos factores:
Por un lado, la baja temperatura a la que funciona el sistema, entre los 35ºC y 40ºC permite obtener elevados rendimientos de generación de calor. Esta temperatura baja se ve compensada por una mayor superficie de emisión.
Por otro lado, la temperatura que el cuerpo humano siente es la media entre la temperatura de radiación de las superficies de la estancia y la temperatura del ambiente. Por este motivo, si aumentamos la energía de radiación se puede bajar la temperatura de ambiente, lo que reduce de manera considerable las pérdidas térmicas, aumentando la eficiencia. Se habla de un 7% de reducción de costes de calefacción por cada grado centígrado que se baja la temperatura. Así, si por ejemplo bajamos la temperatura de ambiente de 23ºC a 20º C, reducimos las pérdidas a casi un 20%, mientras las personas disfrutan de un gran confort y bienestar gracias a las superficies radiantes por la agradable sensación que proporciona una zona homogéneamente calefactada.
Ventajas de la calefacción por radiación
Gran ahorro de energía frente a sistemas convencionales.
En recintos con techos elevados no se producen problemas de estratificación del aire caliente.
Temperatura homogénea en todo el volumen del local.
No se produce movimiento de aire ni polvo, por lo que es ideal para ciertas industrias como la textil, o para alérgicos al polvo, polen, etc.
No ocupa espacio.
No produce ruido.
Es posible producir calefacción y refrigeración con el mismo sistema.
Las superficies adyacentes, como las paredes, están más calientes que con otros sistemas.
Tecnología de calefacción radiante: techo radiante y suelo radiante
El sistema de techo radiante se compone de paneles radiantes que tras el aspecto de un falso techo normal esconden un sistema de difusores térmicos de muy elevado rendimiento y un sistema de control que permite regular la temperatura super?cial de los paneles.
El sistema de suelo radiante se compone de tuberías de agua ubicadas sobre el forjado, al cual se le pondrá un aislante para evitar que el calor se vaya hacia abajo. Sobre este sistema de tuberías se pone una capa de mortero y luego la solería. Este sistema permite realizar el control de temperatura por zonas.
A través de los difusores térmicos circula agua calentada mediante una caldera de condensación, una bomba de calor o incluso paneles solares.
Techo radiante vs suelo radiante
La instalación del techo radiante presenta varias ventajas frente al suelo radiante:
La instalación en el techo resulta más económica que en el suelo. No es necesario levantar el suelo ni realizar obra civil; en caso de avería, el mantenimiento también es más barato.
Se ahorran los costes que conllevan los techos convencionales, porque los sustituye el techo radiante. En sistemas de suelo radiante se ha de instalar el material de acabado del suelo (azulejo cerámico, mármol, etc), justo encima del sistema de calefacción.
El tiempo de respuesta es más rápido en techo radiante que en suelo radiante.
Sin embargo, el techo radiante presenta una gran desventaja frente al suelo radiante: al ser un sistema que calienta las superficies desde arriba, calienta la cabeza de las personas, lo que puede provocar disconfort, sensación de agobio e incluso dolores de cabeza.
Para conseguir un mayor confort del usuario es aconsejable usar suelos radiantes, a pesar de su mayor coste de instalación.
2 Comments
alguien puede darme la direccion de instaladores de TECHO radiante electrico , excluyendo la opcion con tubos de agua ,que puedan trabajar en madrid
Consulta: Administro un edificio de vivienda.
¿Qué temperatura es aconsejable en el hall de acceso del edificio?
En este lugar no trabajan personas. Es un lugar de paso.
Las salas comunes no se usan.
Atentamente,