La compañía taiwanesa DK City ha creado db revO, una rueda dotada de motor, una batería de 24 voltios y un controlador que sustituye la rueda delantera de la bicicleta y la convierte en un vehículo eléctrico. Una pequeña consola inalámbrica colocada en el manillar controla la potencia y la velocidad a través de sensores.  Su precio ronda las 750 libras y puede encargarse en diferentes colores a través de su web en tamaños de entre 20 y 26 pulgadas.

Otro dispositivo similar que nos da ese “empujón” mientras pedaleamos es  “The Copenhagen Wheel. Diseñada por el MIT, esta rueda cuenta con un pequeño motor eléctrico incorporado, un sistema similar al KERS de los Formula 1, que recupera parte de la energía que se pierde cuando se frena para almacenarla después en una pequeña batería. Además, la rueda puede conectarse con el iPhone del usuario a través del Bluetooth, convirtiéndose en una computadora que indica la dirección o la distancia recorrida, entre otros muchos datos prácticos.

Si bien la bicicleta convencional no acaba de convencer a muchas personas por el esfuerzo físico que supone, dispositivos como éstos animan sin duda a muchos ciclistas a subirse finalmente al sillín. Y es que las bicicletas eléctricas son una alternativa cada vez más real a otros medios de transporte como las motos o los coches, sobre todo en recorridos urbanos que no superan los diez kilómetros de distancia. Además de no contaminar, las bicis son silenciosas, fáciles de transportar y no necesitan llenar el depósito de gasolina, lo que también supone una ayuda para nuestro bolsillo.

Fuentes: Twenergy / MIT / db revO / Wikimedia Commons

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