Treepods

Un equipo de diseñadores, conscientes de que la naturaleza no puede hacer todo el trabajo ella sola, ha ideado un sistema que podría ser parte de la solución: los «Treepods», árboles artificiales que generan oxígeno.

Se ha puesto de manifiesto que el número de árboles que hay en nuestras ciudades resulta insuficiente para limpiar el aire contaminado por las emisiones de los coches, las calefacciones y las industrias. La cantidad de CO2 que emitimos a diario no puede ser eliminada de manera natural pero, ¿y si la tecnología nos permitiera imitar a la naturaleza? Ése es el objetivo de este proyecto presentado en la última edición del concurso de la SHIFTboston por un equipo de diseñadores liderado por el chileno Mario Cáceres y el italiano Christian Canonico.

Unos árboles con muchas ventajas

La idea es fácil de entender: crear un sistema capaz de recoger el dióxido de carbono del aire y transformarlo en oxígeno para expulsarlo de nuevo. Exactamente, imitando la fotosíntesis de los árboles naturales, mediante un proceso llamado «humidity swing«. Todo esto con una serie de artilugios que, para mimetizarse en la ciudad, imitarían la forma de un árbol, con su tronco y ramificaciones. Para que su presencia no sea agresiva sino agradable, los diseñadores se inspiraron en los árboles conocidos como drago o sangre de drago. Este tipo de árboles cuentan con un robusto tronco e innumerables ramas que se enredan construyendo una copa en forma de paraguas. La apariencia de los «Treepods» es muy similar a la de esta especie.

Pero hay más. Además de conseguir limpiar el aire y reducir la contaminación, estos «Treepods» ofrecen una ventaja adicional que no pueden dar los árboles naturales: estarían equipados con paneles solares en la parte superior de sus «ramas» que permitirían generar energía para el alumbrado de las ciudades. Es decir, respeto a la naturaleza por partida doble.

Nadie duda de la importancia de la multiplicación de espacios naturales, especialmente en áreas urbanas. Además de los efectos beneficiosos para la salud y para el medio ambiente, hay estudios que defienden que la proliferación de árboles tiene efectos económicos muy beneficiosos que permitirían ahorrar miles de millones de euros al año.

Entonces, si los árboles naturales ofrecen tantas ventajas, ¿por qué diseñar árboles artificiales? Además del plus de los paneles solares, que permiten obtener energía para la iluminación urbana, los «Treepods» tienen la ventaja de que pueden instalarse en zonas que nos son idóneas para el crecimiento de árboles, algo muy común en las asfaltadas ciudades actuales.

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