Cuando en Esf nos planteamos llevar a cabo un proyecto de Cooperación para el Desarrollo tenemos en cuenta varios aspectos básicos para el buen desarrollo del mismo, entre los que cabe citar: que sea un proyecto querido por los beneficiarios, que las autoridades públicas de la zona incluyan al proyecto entre sus prioridades energéticas, que haya un plan de sostenibilidad del mismo, y al final que dispongamos de la financiación necesaria para llevarlo a efecto.

Antes de la crisis, en España disponíamos de múltiples instituciones públicas, La AECID, las Comunidades Autonómicas, algunos Ayuntamientos, etc. que sacaban convocatorias para proyectos de Cooperación, donde casi siempre había algunos relacionados con el agua y la energía. Nosotros nos presentábamos a esas convocatorias, se nos adjudicaban algunos proyectos, obteníamos la financiación,  y nos ha permitido ir haciendo 5-6  al año con una inversión del orden del medio millón de Euros. Pero vino la crisis y aquellas instituciones públicas que antes eran activas en el mundo de la Cooperación dejaron de serlo; la AECID redujo a la mitad su presupuesto, algunas Comunidades Autonómicas han abandonado la Cooperación, como también lo han hecho algunos Ayuntamientos, y los que siguen lo hacen con un presupuesto mínimo. Todo esto lleva a que la competencia por la financiación pública en España es atroz y ha provocado que muchas pequeñas ONGDs hayan tenido que cerrar.

En Energía sin Fronteras  www.energiasinfronteras.org, a la vista de lo que está pasando, hemos redoblado nuestros esfuerzos, en algo que ya veníamos haciendo pero no con la misma intensidad, que ha sido volcarnos en la financiación internacional e ir poco a poco aprendiendo en este terreno, este campo tampoco es fácil ya que hay muchas y muy buenas ONGDs  en la Cooperación Internacional que acuden a las mismas instituciones, es decir, a la CEE, al Banco Mundial, al BIRD, etc., que ahora son las que se llevan la mayor parte de los recursos, pero estamos convencidos que en el futuro podemos estar entre los que obtengan financiación del mundo internacional.

También, estábamos intentando colaborar  más con las empresas,  de hecho somos una ONG que tiene su origen en la decisión de una serie de empresas-instituciones públicos privadas que en el 2003 decidieron crear la Fundación Esf y participar con una cuota en el patronato de la Fundación que permitiera cubrir nuestros costes fijos.

Precisamente, con el proyecto de Esf  de electrificación integral de  la Eco-aldea de Nyumbani en Kenia, con un presupuesto de 220.000 euros, cuyo objetivo es facilitar energía para talleres, clases, bombeo de agua y algunos servicios de alumbrado, se ha conseguido reunir a un elenco de siete empresas privadas que con sus aportaciones, tanto en dinero como en especie, y la  dirección  magistral por parte de nuestro compañero y  voluntario  de Esf Carlos Muñoz van a hacer posible que en unos días se ponga en marcha el citado proyecto.

Para Esf, es una verdadera satisfacción ver como la participación y colaboración de siete empresas es posible, cuando el objetivo es común y consiste  en hacer una obra para intentar mejorar la vida de unas personas que nacieron y viven en un lugar plagado de pobreza y enfermedades, como es Nyumbani.

Las empresas que han participado en este proyecto han sido: SUNPOWER donando paneles, HC energía  con su aportación económica y con el entusiasmo de sus voluntarios corporativos que junto con los voluntarios de Esf,  han sido los verdaderos artífices del proyecto, Praxia con su ingeniería de los soportes y tornillería, SMA con su donación para los equipos de inversores, A. Solar con la aportación de los soportes de las baterías,  Generalia con su donación para los cuadros eléctricos y montaje, y finalmente Iberdrola, ya que ha sido la última en incorporarse , con su aportación financiera para poder terminar con éxito el proyecto.

A todos ellos GRACIAS en nombre de los beneficiarios de la eco-aldea de Nyumbani.

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