Celulas fotovoltaicasUno de los últimos avances que se han dado a conocer viene de la mano del prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) de Estados Unidos. Allí, han conseguido desarrollar un prototipo de célula solar fotovoltaica ultra-delgada que podría revolucionar la obtención de energía, tanto la que viene del sol como la procedente de cualquier otra fuente lumínica.

Estas placas solares tan finas como hojas de papel facilitarán la instalación de energía solar fotovoltaica, ampliarán el número de posibles aplicaciones y abaratarán los costes de esta tecnología, mejorando su competitividad, algo absolutamente esencial para su desarrollo futuro.

El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) acaba de llevar a cabo una demostración de varias tecnologías, aún en fase de prototipo, que, curiosamente, ha sido subvencionada por la empresa italiana Eni dedicada al negocio del petróleo. Una de estas demostraciones ha sido una célula solar que tiene el grosor de una hoja de papel. Durante la exhibición, una de estas células, impresa en papel ordinario del tamaño de una tarjeta, era capaz de suministrar la suficiente energía como para encender un reloj LED.

En el experimento se liberaron 20 voltios, aunque según señalan los responsables del proyecto, ya disponen de células de iguales características que generan 50 voltios.

¿Cómo funcionan estas células superfinas?

Esta tecnología está basada en el uso de varias capas de material sólido que se depositan en un sustrato de papel. Cada una de estas capas tiene una función distinta, desde la absorción de la luz, hasta el transporte de la energía generada, pasando por el lanzamiento de electrones para generar la electricidad. La generación de energía se puede hacer -y esto es otra ventaja-, al contrario que otras técnicas, a bajas temperaturas.

Según los responsables del proyecto, esta tecnología podría estar lista para el mercado dentro de cinco años. Su aplicación se podrá extender a un gran ámbito de proyectos, desde las instalaciones en tejados a las carcasas de portátiles o persianas, entre otros usos, ya que se trata de unos paneles que no son rígidos.

Fuentes: Elaboración propia / Ecoticias / Flickr

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