Haz más ejercicio. Para empezar una vida saludable, plantéate dejar aparcado el coche en el garaje y salir a caminar más a menudo. Si las distancias son muy largas, combina tus paseos con algún medio de transporte público. Tus piernas y el medio ambiente te lo agradecerán. Y si puedes practicar algún otro deporte o salir a correr, aún mejor para tu salud. Hay gadgets como la pulsera de actividad Bluetooth GoFit que te ayudan a controlar tu actividad y a superarte día a día.

Consume productos orgánicos y de proximidad. Es hora de cambiar tu lista de la compra. En el mercado encontramos alimentos naturales libres de contaminantes y productos cuyo proceso de fabricación ha seguido una serie de criterios sostenibles. Si adquieres productos frescos, de producción local o de kilómetro cero, mucho mejor.  Puedes incluso fabricar tu propio huerto urbano con las frutas y verduras que más te gusten. En tu nueva vida saludable ganarás sabor y calidad en la alimentación.

Viste moda orgánica. Cuando vayas a renovar tu armario, piensa en llenarlo de ropa sostenible. La ropa orgánica se elabora de materias naturales como el lino, el algodón o fibras vegetales cultivadas por métodos de agricultura ecológica, donde no se utilizan fertilizantes químicos ni pesticidas, ni tintes ni blanqueadores químicos. Entre sus beneficios: evitas problemas de irritación en la piel y alergias. Otra opción es comprar ropa producida con materiales reciclados como los que hace Ecoalf. Irás a la moda y tu vida será más saludable.

Vive más la naturaleza. Vivir en la ciudad no es excusa para estar alejado de la naturaleza. Intenta salir a los grandes parques de tu ciudad y haz alguna que otra escapada a zonas naturales donde respirar aire fresco y dejar atrás el estrés de la ciudad. La naturaleza es vital para conseguir una vida más saludable.

 

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