Las ventajas de esta tecnología son muchas: proporciona hasta cuatro veces más intensidad luminosa que un fluorescente tradicional y su vida útil alcanza las 60.000 horas, frente a las 1.000 o 1.500 horas de una bombillo estándar o las 9.000 de una fluorescente. Esto significa que un bombillo LED puede llegar a durar más de 20 años funcionando ocho horas diarias. Su larga vida es fundamental para reducir los gastos de mantenimiento y sustitución de bombillos.
Por su parte, los alumbrados que utilizan paneles solares en los postes son sistemas autónomos capaces de almacenar la energía que captura por el día y utilizarla para encender las luces por la noche. Los postes cuentan con sensores automáticos que van aumentando la intensidad de la luz a medida que oscurece; al igual que van apagándose paulatinamente según detectan la luminosidad. De esta forma, se garantiza el encendido durante toda la noche y los 365 días del año, aún en condiciones de tiempo nublado. Otra ventaja es que no necesitan tendido de cable eléctrico ni generan emisiones de dióxido de carbono, pudiéndose instalar en cualquier parte del país.
En Colombia existen varios ejemplos de alumbrados ecológicos de gran éxito. Uno de ellos es el proyecto fotovoltaico autónomo Off-Grid, puesto en marcha por la compañía Alta Ingeniería XXI Ltda., para Autopistas del Café. Se trata de la primera planta de energía solar de 20 kilovatios (KW) construida en Colombia para ofrecer iluminación autónoma al túnel Santa Rosa vía Dosquebradas (Risaralda).
Otro caso son las instalaciones del Campo Petrolero en Aguazul (Casanare), operado por Equión. La empresa Col Energy colocó varios postes con tecnología solar e iluminación Led que ha dado como resultado importantes ahorros económicos en el consumo energético de la firma petrolera.
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