Se calcula que una tubería con aislamiento térmico puede suponer un ahorro energético de hasta el 90% con respecto a las instalaciones sin aislar. Se estima que, entre seis meses y un año, habremos recuperado la inversión. Una razón poderosa para recurrir a ello.

Conjunto de tuberías en el techo

¿Qué debemos tener en cuenta?

Aunque el aislamiento térmico de las tuberías no es obligatorio en España (según el espesor del edificio y otros factores, hay casos en los que lo es) es una medida de ahorro muy conveniente. Si aíslas las tuberías de agua caliente, éstas se demorarán más en enfriarse. Y las de agua fría, sobre todo en aquellas zonas con contrastes de temperatura, evitarán congelarse.

¿Qué clases de aislamiento de tuberías existen?

Aislamiento térmico

Se realiza con unas fundas, que por lo general son de una espuma llamada elastomérica, aunque también pueden ser de lana de vidrio o de roca, o espuma de neopreno. Esta clase de aislamiento evita las pérdidas de calor y la congelación, y es muy recomendable para líquidos de menor temperatura que la del lugar por el que discurren o de temperatura muy alta (más de 40°C, sobre todo en estacionamientos, salas de máquinas o cuartos de contadores, entre otros).

Aislamiento de protección

Cuando necesitamos evitar que una tubería se deteriore porque está en contacto con otros materiales de construcción (como cemento o yeso), recurrimos a estos tubos de PVC. Sus colores nos ayudan a diferenciar si las tuberías son de agua caliente o fría.

Para determinar el espesor de las tuberías, tendremos en cuenta la temperatura del líquido que pasará por ella, y el clima de la zona donde se encuentre la vivienda.

¿Qué materiales se emplean en aislamiento?

  • Espuma elastomérica. Se trata de un aislamiento térmico a base de caucho sintético, con estructura celular cerrada, y con baja conducción de calor. Es popular por su buen precio y su facilidad de instalación.
  • Similar a esta espuma, flexible y económica, es el polietileno, aunque su conductividad térmica es mayor, por lo que resulta menos aislante.
  • Otro es la lana mineral, en concreto lana de vidrio y lana de roca, utilizadas especialmente como aislantes térmicos-acústicos en edificios.

Lana mineral

La conductividad térmica; el espesor; las temperaturas a las que se enfrentará, y su reacción al fuego son factores que debemos tener en cuenta a la hora de optar por uno u otro material.

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