Es difícil hacer un cálculo del consumo eléctrico que se necesitará para renovar el parque móvil actual de vehículos que funcionan gracias a los combustibles fósiles por otro 100% eléctrico, pero está claro que el mercado del automóvil y la industria de la automoción en general experimentarán grandes cambios, igual que el consumo energético y, de rebote, la geopolítica mundial. Pero uno de los efectos más positivos de estos cambios será la reducción de la contaminación, que vendrá acompañada de una mejora de nuestra salud.

El mercado de la automoción

Más que un cambio a largo plazo, estamos ante un cambio que se inició hace unos años y del que ya comienzan a notarse sus efectos. Todos hemos oído hablar de Tesla, una de las compañías que están revolucionando el sector del automóvil, entre otras cosas, por vender exclusivamente coches 100% eléctricos. La presentación de cada modelo es un éxito y, aunque debe hacer frente a las limitaciones de estos vehículos en autonomía, está cumpliendo con creces las expectativas, yendo muchos pasos por delante que el resto de sus competidores. Más allá de Tesla esperamos la aparición de nuevos fabricantes que se dediquen exclusivamente al eléctrico, cómo tal vez pueda ser Apple, según las últimas noticias.

Los fabricantes tradicionales han apostado también por el coche eléctrico, pero no del mismo modo, aunque siguen desarrollando modelos convencionales, si están dando pasos importantes para que la llegada definitiva del coche eléctrico no les deje fuera de juego. Nissan, Renault o BMW, son los fabricantes que, tal vez, han dado los pasos más importantes, lanzando vehículos con una gran autonomía, unos 300 kms., aunque lejos, todavía, de Tesla que ofrece autonomías de hasta más de 600 kms, en alguno de sus modelos. También está por ver el futuro de los híbridos, que palian las deficiencias del eléctrico, combinando con motores que funciona con combustibles fósiles.

evolución de los coches eléctricos

Como decíamos antes, la industria del automóvil también sufrirá importantes cambios. Piezas como el radiador, o la bujía pasarán a la historia, haciendo que los grandes fabricantes de componentes de los motores perderán peso en el sector automovilístico, entregando el testigo a las compañías que producen motores eléctricos, baterías o circuitos de carga. También hay que reseñar, dentro del mantenimiento de cualquier coche, que los problemas de motor se reducirán drásticamente, por lo que necesitaremos visitar mucho menos al mecánico, tal y cómo ahora lo conocemos, por lo que muchos talleres podrían verse obligados a bajar la persiana.

El consumo eléctrico será la primera energía demandada

A día de hoy nadie pone en duda que el petróleo es la fuente de energía más utilizada en el mundo, pero si el coche eléctrico acaba consolidándose, y desplazando al convencional, el liderato del petróleo tendrá los días contados. Crecerá el consumo eléctrico y bajará el del petróleo, ya que la mitad del petróleo, que se utiliza actualmente, está destinado a la producción de combustible para vehículos. La otra mitad se utiliza para otros fines, pero no para el consumo eléctrico. España tiene una importante capacidad de generación eléctrica,a través de la energía hidráulica, solar o eólica, entre otras, todas ellas con un gran potencial. En otros países de nuestro entorno, también se ha apostado por las energías renovables de forma más o menos intensiva y las que no tienen esa capacidad para generar electricidad a partir de las renovables la generan a través de la energía nuclear. Todo ello sin olvidarnos del gas (el 25% de la energía española procede del gas), un modelo similar al del petróleo, aunque con otros productores.

Estos cambios en el modelo energético mundial, tendrán importantes cambios en la geopolítica. La reducción del consumo de petróleo afectará de forma considerable a economías como la noruega, la rusa, la venezolana o la de los países del Golfo Pérsico y Oriente Medio: Qatar, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí o Irán, por citar algunos ejemplos, verán debilitada su economía y su influencia. Estados Unidos, Rusia, Irán, Canadá y la Unión Europea, de momento, lideran la producción mundial de gas natural y países como Argelia o Indonesia podrían entrar a tener un papel importante entre los grandes productores.

Los cambios en el consumo energético también implican una renovación de la distribución eléctrica. En principio, no será necesario aumentar la capacidad de generación, pero sí que harán falta ciertos cambios como la mejora de la red de distribución. Otro aspecto interesante es el backup, la posibilidad de que, en caso de escasez eléctrica en la red, un coche enchufado y cargado al 100%, se convierta en distribuidor, a su vez, con la electricidad que no necesite.

Cambios en la distribución eléctrica

Contaminación y salud

Poco a poco vemos como diferentes gobiernos están penalizando a los vehículos contaminantes, en busca de fomentar el uso de vehículos menos contaminantes, cómo es el caso del Ayuntamiento de Madrid que subirá un 50% la tarifa de aparcamiento a los vehículos más contaminantes, y la tendencia es que estas políticas sigan en aumento.

Políticas al margen, las centrales eléctricas son mucho más eficientes que los motores a combustión: producen más energía emitiendo mucho menos CO2. La reducción de la contaminación supondrá, también, una mejora para la salud de las personas.

La reducción de las emisiones de dióxido de carbono, es vital para acabar con los efectos del cambio climático (subida de las temperaturas, cambios en unas precipitaciones que son cada vez más violentas, huracanes, sequías, etc.), además se conseguirá reducir el smog, neblina producida por la contaminación, o la contaminación acústica, uno de los grandes problemas de las ciudades, aunque no siempre le prestamos la atención que deberíamos.

Como ves, el futuro que nos puede deparar el coche eléctrico es algo incierto, en cuánto a los beneficios y cambios socio económicos. La revolución industrial, o la llegada del propio motor diésel sustituyendo los carruajes de caballos supusieron importantes cambios en la historia de la Humanidad y, como hemos dicho, la consolidación del coche eléctrico supondrá grandes cambios económicos, energéticos y políticos. ¿Hasta donde llegará esta transformación?

 

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