Dentro del grupo de coches menos contaminantes podemos encontrar desde aquellos que funcionan con combustibles tradicionales pero han mejorado su eficiencia, hasta vehículos que emplean combustibles alternativos.
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Coches convencionales más eficientes
Son coches que se basan en la tecnología tradicional de combustión interna pero que ofrecen mejores rendimientos por lo que, tanto el consumo de gasolina o diésel como las emisiones que se producen, se ven reducidas.
Coches de tecnologías alternativas
Dentro de este tipo de vehículos encontramos aquellos que funcionan con una tecnología diferente a los motores de combustión interna tradicional:
Híbridos
Los vehículos híbridos tienen un motor de combustión interna y un motor eléctrico, a través del cual obtienen la energía almacenándola en una batería. El primer motor funciona cuando existe una mayor demanda de potencia, en velocidades altas; mientras que el motor eléctrico funciona en bajas. La batería se va recargando con el funcionamiento del vehículo, lo que le proporciona más autonomía que un coche eléctrico puro.
Pilas de combustible.
Coches que funcionan gracias a un sistema electroquímico que transforma la energía química en energía eléctrica y vapor de agua. Estos vehículos no emiten prácticamente Gases de Efecto Invernadero (GEI), puesto que no queman ningún tipo de combustible. Su tecnología es relativamente nueva y necesita seguir evolucionando para extenderse a gran escala. Uno de los ejemplos más conocidos son las pilas de hidrógeno, que sólo emiten vapor de agua.
Eléctricos puros.
Vehículos formados por un motor eléctrico y un batería. No tienen mucha autonomía, ya que al contrario que los híbridos, necesitan puntos de recarga de electricidad para las baterías. Son muy útiles en desplazamientos dentro de ciudad.
Estos coches no producen emisiones contaminantes cuando se utilizan, aunque sí en la zona de generación de electricidad, a no ser que ésta proceda de energías renovables.
Coches de combustibles alternativos.
Funcionan con combustibles diferentes a la gasolina o el diésel, como pueden ser:
- Gas natural. Emplean el gas natural, mayoritariamente metano, como combustible. Las emisiones de GEI son menores que con combustibles convencionales, pero requieren tener “gasineras”, es decir, gasolineras que surtan gas natural.
- GLP. Ocurre lo mismo que con los coches de gas natural, reducen las emisiones pero necesitan “gasineras” de GLP.
- Biocombustibles. Funcionan con combustibles que provienen del azúcar, almidón, celulosa, etc. Es decir, su energía proviene de una fuente renovable y, por lo tanto, existe una reducción de emisiones de GEI.
Sin duda, la gran variedad de coches menos contaminantes, es un éxito desde el punto de vista de la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) asociadas al transporte privado. Si bien es cierto, todavía queda mucho que investigar y avanzar para que la huella de carbono de los vehículos se reduzca considerablemente.