El objetivo de la feria es impulsar el plan 20/20/20 de la Unión Europea, que pretende recortar para el 2020 las emisiones contaminantes, así como buscar alternativas para disminuir la dependencia petrolera y el desperdicio energético en ámbitos públicos, hogares e industrias.
Propuestas para una mejor eficiencia energética
Dentro de los planteamientos más atractivos podíamos encontrar desde un sistema informático para la construcción de barcos, sin efectos para el medio ambiente, hasta una propuesta para la hostelería española sobre aprovechamiento de desechos orgánicos para crear biodiésel y biogás destinado a generar energía eléctrica para su posterior volcado a la red.
Pero también encontramos propuestas para el ahorro energético en los hogares o el ámbito público, como sistemas de climatización que se instalan en el suelo y operan simultáneamente con calderas de energía solar térmica, o faros solares LED para el alumbrado urbano que operaran sin conectarse a la red eléctrica al ser alimentados por módulos fotovoltaicos.
Por otro lado, la organización de Genera 2011 publicó un estudio con datos de las patronales en el cual las energías renovables aumentaron su representación en la cesta energética con un 13,2 por ciento del total generado en España el año pasado, generando 2.605 megavatios eléctricos de nueva potencia debido a crecimientos registrados en la producción eólica, solar termoeléctrica y fotovoltaica.
Novedades en la Zona Movele
La gran estrella de la feria ha sido la movilidad eléctrica con la Zona Movele, una iniciativa promovida por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la cual pretende que fabricantes de coches, compañías que comercializan puntos de recarga, empresas tecnológicas, agentes relacionados con la movilidad e instituciones participen poniendo de manifiesto las distintas visiones sobre la implantación del vehículo eléctrico.
Una de las posturas más interesantes fue planteada por los empresarios, al pedir un mayor compromiso de las administraciones, pues consideran que las iniciativas llevadas a cabo no son suficientes e instan a un impulso extra en un sector que podría generar grandes oportunidades de inversión frente a la crisis. Además, señalan la falta de concienciación entre los posibles consumidores y otros factores de la industria automovilística, como los causantes del retraso en un proceso que los expositores consideran «a día de hoy una realidad» que debería «estar más implantada».
En este sentido, la Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil (FITSA), participó como impulsora del Foro Español del Vehículo Eléctrico (ForEVE) cuyo objetivo es institucionalizarse como centro de pensamiento y acción para fomentar el vehículo eléctrico.
En el punto de las infraestructuras, empresas como BlueMobility y HC Energía, en colaboración con la empresa Temper, mostraron un abanico de soluciones para las infraestructuras de recarga adaptadas para el hogar, dependencias públicas o centros de trabajo. Pues a día de hoy, si se tiene un vehículo eléctrico, hay que planificar el recorrido, tanto por la autonomía como por la escasez de puntos de carga.
Dentro de las innovaciones sobre el coche eléctrico, marcas como Piaggio acuden con flotas ecológicas bajo la mentalidad «emisión cero», con modelos como Porter Electric Power y Ape Calessino Electric Lithium, así como sus modelos Eco-Power (gasolina y GPL) y Green-Power (gasolina y metano). Por su parte, Going Green lanzó las motos Vectrix con batería de litio y el coche eléctrico Think City, que no emite gases contaminantes, reduce la contaminación acústica y es además reciclable.
Sin embargo, los representantes de algunas empresas destacan los modelos híbridos, que combinan un motor de combustión y uno eléctrico, como el paso inmediato para la industria. Este tipo de coches estarían destinados a circular en ciudades y permiten una autonomía cercana a los cien kilómetros.
Fuentes: Elaboración propia / IDAE / Ifema / EFEverde / Flickr