¡Es una gozada!

Invito a quien nunca se haya subido a una bicicleta eléctrica, que lo experimente. La bicicleta eléctrica permite rodar sin esfuerzos por la ciudad simplemente dando pedales sin prácticamente esfuerzo, pues un motor nos ayuda en función de las pedaladas que demos, restando casi todo el esfuerzo que nuestras piernas tendrían que hacer en una bicicleta convencional.

Es importante destacar que una bicicleta eléctrica es un vehículo más destinado a ser un modo de transporte que un vehículo de ocio para darse una vuelta el fin de semana por el parque… Esto es muy importante tenerlo en mente, pues la gente piensa que pagar 900 ó 1.000 euros por una bicicleta eléctrica es una locura frente al coste de una bicicleta convencional (desde 150 ó 200 euros), pero es que no tienen nada que ver ambos productos, excepto que los dos tienen dos ruedas y tienen el nombre de “bicicleta” en común.

Transporte personal sostenible idóneo para la ciudad

Pero ¿por qué la bicicleta eléctrica es el medio de transporte ideal y, por ejemplo, en muchas ciudades españolas (Madrid entre otras) no se ven prácticamente bicicletas (incluso normales)?  Pues lo primero que debemos de tener claro es que el uso de una bicicleta en la ciudad tiene sus riesgos, si la ciudad no está bien adecuada a su uso.

Por ejemplo, en grandes ciudades son indispensables los carriles-bici pues de lo contrario “nos la jugamos” cada vez que intentamos circular por la vía pública.  Igualmente si la ciudad no es plana, el uso de la bicicleta convencional será bastante limitado pues la gente no quiere hacer grandes esfuerzos a diario para ir a trabajar, y sobre todo, no le gusta llegar al trabajo “sudado”.

Pero la bicicleta eléctrica permite sortear bastantes de estas trabas a la hora de circular por la ciudad. Lo primero: estamos más protegidos de los coches que circulan a nuestro alrededor por que en la bicicleta eléctrica iremos a un ritmo mayor y más constante al tener una asistencia al pedaleo.

Por normativa europea, la velocidad máxima de una bicicleta eléctrica en modo asistencia al pedaleo es de 25 km/h. Os parecerá poco, pero creedme, es una velocidad en ciudad muy aceptable que pocas veces necesitaremos. Lo segundo es que una bicicleta eléctrica sigue siendo una bicicleta, y aunque no debamos, se puede utilizar en ciertas ocasiones por alguna acera ancha cuando circulen pocos viandantes.  Esta flexibilidad es fundamental para callejear, acortar, etc.

Lo tercero y más importante es el hecho de que ¡no nos cansamos!  Nos permitirá circular sin cansancio, y esto quiere decir que ¡no llegaremos sudados a nuestro destino! Aunque haya muchas cuestas. Por cierto, la bicicleta eléctrica se “traga” las cuestas sin problemas… nosotros ni nos enteramos mientras sigamos pedaleando…

Además, si lo hacemos de un modo discreto, el coste del combustible (electricidad) nos puede salir gratis… Me explico.  Si se utiliza la bicicleta eléctrica para ir a nuestro lugar de trabajo, siempre nos podemos subir la batería (siempre ligera y extraíble en bicicletas eléctricas) a la oficina.  Y ponerla a cargar discretamente en uno de los enchufes, igual que cargaríamos el móvil u otro aparato de baja potencia.

Por cierto, la potencia absorbida de un cargador de bicicleta eléctrica es de unos 150W… y en 2-3 horas se puede recargar… esto, en consumo, quiere decir unos 750Wh.  A precio actual de la electricidad de 0,16 cent/KWh… quiere decir un coste de unos 12 céntimos la recarga que paga nuestro jefe…

¡Autonomías de hasta 160 km!

Y es que con los avances en tecnologías de baterías (muchos avances proceden del desarrollo de las baterías para coche eléctrico), tenemos en el mercado modelos de bicicletas eléctricas con autonomías que van hasta los 160 km.

Para gente de ciudad esto es una barbaridad pues si usamos la bici para desplazarnos localmente, lo normal es recorrer entre 10 y 20 km al día… pero lo que nos permiten estas bicicletas eléctricas de larga autonomía es el no tener que recargar la batería a diario si no quizá una vez a la semana.

¡Y también funcionan sin batería!

Pero es que la bicicleta eléctrica tiene una ventaja fundamental frente a otros vehículos de transporte, eléctricos o convencionales de gasolina, etc. Y es que si nos quedamos sin combustible, ¡podremos llegar a casa!  No necesitaremos llamar a grúas, buscar gasolineras, etc… podremos llegar  a casa dando pedales.

Vehículo anticrisis

Y es que la bicicleta eléctrica se está convirtiendo en Europa en vehículo personal urbano “anticrisis”, pues ofrece el mejor compromiso entre movilidad urbana y coste: no tenemos que matricular, no tenemos que pagar seguro, no tenemos que pagar impuestos de circulación, no tenemos que pagar parking en la ciudad, no tendremos gastos de mantenimiento importantes, ¡incluso nos podemos ahorrar el coste del gimnasio si decidimos 2 veces a la semana circular sin el motor eléctrico encendido!

En Twenergy ya se está hablando sobre bicicletas eléctricas. ¿Por qué no dejas tu opinión en el hilo del Foro «Bicicleta eléctrica: Alternativca limpia y económica de transporte«?

Fuentes: Twenergy / Flickr

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