Actualmente, el 50% de la población mundial vive en las ciudades y, según Naciones Unidas, en 2050 esa cifra subirá hasta el 70%. En España, el proceso de urbanización de la sociedad ha sido más rápido y en nuestro país ocho de cada diez personas viven en las ciudades. La distribución de la población cambia y los modelos de ciudad que conocíamos hasta ahora dejan de ser útiles. En este intento de reinterpretar el espacio urbano entran en juego las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), que poco a poco, van ganando espacio y permiten que las ciudades sigan desarrollándose sin perder de vista un factor muy importante, el respeto al medio ambiente.

¿Cómo funcionan las smart cities?

Las ciudades inteligentes son el producto de la colaboración entre los ayuntamientos y las empresas tecnológicas. Cada vez son más los municipios que intentan introducir estos sistemas en la vida diaria de sus ciudadanos. De hecho, es probable que tu ciudad tenga alguno de ellos y ni siquiera lo sepas porque, en España, hay varias iniciativas de ciudades que quieren ser inteligentes. Tal vez el edificio en el que trabajas está diseñado para que no haya fugas de energía o el alumbrado navideño de tu calle era de bajo consumo.

Ejemplos de ciudades inteligentes

Valladolid y Palencia son un ejemplo. Las dos ciudades se han puesto como objetivo 2020 para desarrollar el proyecto conjunto «Smart City Valladolid y Palencia«. En la iniciativa participan, por supuesto, los ayuntamientos de los dos municipios, pero también otros organismos como el Ente Regional de la Energía y quince fundaciones y empresas privadas. El tamaño no excesivamente grande de estos núcleos urbanos hace que se conviertan en un escenario óptimo para introducir a gran escala sistemas tecnológicos en la vida diaria de una ciudad.

«El objetivo es hacer de Palencia y Valladolid ciudades más sostenibles y eficientes desde todos los puntos de vista«, dijo Heliodoro Gallego, alcalde de Palencia. Fue el pasado mes de enero, con motivo de la primera Asamblea Smart City, que se celebró en la localidad castellanoleonesa.

Málaga es otro ejemplo de Smart City española. El proyecto planea convertir en ciudad inteligente el municipio andaluz y su objetivo es potenciar las renovables y reducir las emisiones de CO2 para conseguir un ahorro de energía de hasta el 20% anual.

La iniciativa, encabezada por Endesa y en la que participan 11 empresas, es uno de los seis proyectos más importantes de su estilo y ha recibido dos premios en el Congreso Smart Metering Europe 2011. La clave del proyecto Smart City que se lleva a cabo en Málaga es implicar a los usuarios finales en esta idea. Algunas de las iniciativas que se han puesto en marcha son el fomento del coche eléctrico -con la puesta en marcha de una pequeña flota de vehículos- y la instalación de paneles fotovoltaicos en edificios públicos.

El creciente interés por este nuevo modelo de concebir la ciudad ha hecho que la Smart City sea uno de los ejes temáticos de la II Semana de la Sostenibilidad que se está celebrando en Rivas Vaciamadrid desde el 22 hasta el 27 de febrero. Además del empleo verde o de la ciudadanía en red, en esta edición podrán conocerse proyectos que utilizan las TICS para conseguir una mayor eficiencia energética.

Rivas Vaciamadrid es un ejemplo de ciudad que intenta luchar contra el cambio climático y promueve el ahorro de energía. El proyecto Rivas Ecópolis incluye más de 40 acciones para sensibilizar a los vecinos sobre la importancia de buscar un modelo de ciudad sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Ventajas de las ciudades inteligentes

Un mayor ahorro energético y un impulso a la movilidad sostenible son dos de los grandes logros de la Smart City de Pozuelo, puesta en marcha por la UTE formada por SICE y Wairbut. Para lograr estos objetivos, la ciudad ha puesto en funcionamiento una plataforma con cuatro sistemas integrados en sus calles y parques: el riego inteligente, el parking inteligente, el alumbrado público inteligente y la mejora de la eficiencia energética del Ayuntamiento.

Con el riego inteligente se mejora la eficiencia en el consumo de agua a través de electroválvulas y un software que regulan la cantidad de agua según se necesita (por ejemplo, si llueve, el sistema corta automáticamente el riego). El sistema de parking cuenta con casi 1.000 plazas de aparcamiento en superficie con sensores inteligentes gracias a los cuales los ciudadanos sabrán en tiempo real la disponibilidad de plazas libres con sólo mirar una aplicación en el móvil (SmartPark Pozuelo). Una gran ventaja para evitar el gasto innecesario de combustible en busca de aparcamiento libre.

Por otra parte, el alumbrado público inteligente de la ciudad cuenta con sensores de presencia que reducen o aumentan la intensidad de luz según detecten movimiento en las calles. El último pilar del proyecto es la mejora de la eficiencia energética del Ayuntamiento, una iniciativa que permite un importante ahorro de luz, gas y gastos de climatización del edificio.

Pozuelo se suma así a otros proyectos de Smart City en España como son los de Barcelona, Málaga, Madrid, La Coruña, Alicante, Ávila, Burgos, Cáceres y una larga lista incluida en la web de Red de Ciudades Inteligentes. Las redes inteligentes interconectadas, los edificios domóticos y eficientes, los sensores inteligentes o el coche eléctrico son algunas de las tecnologías que hacen posible el funcionamiento y éxito de una Smart City.

Un dato a tener en cuenta: en 2050 se prevé que un 85% de la población mundial viva en ciudades. Este hecho supone que las urbes tendrán que afrontar en un futuro no muy lejano problemas como el abastecimiento energético, la planificación del tráfico, el control de las emisiones de CO2 y la seguridad, entre otros. La filosofía de las Smart Cities da respuesta a todo ello, por eso es fundamental que las ciudades miren hacia el futuro de una forma inteligente y que busquen mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos al mismo tiempo que cuidan el medio ambiente.

Fuentes: SICE | Flickr

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